ES MUY IMPORTANTE DARLE AGUA A TU BEBE PERO RECUERDA DESPUES DE LOS SEIS MESES.
Sabías que no es necesario darle agua a un bebé que sólo toma leche materna. La leche materna está compuesta por 87 por ciento agua y 13 por ciento sólido. Entonces, ¿Para qué más agua?
No agua en los primeros días de nacido: Inclusive en los primeros días de nacido cuando a la madre solo le sale el calostro el bebé no necesita tomar agua. Con tomar calostro se mantendrá completamente hidratado (esto por supuesto asumiendo que el bebé está comiendo correctamente)
No agua hasta los seis meses: a los bebés que sólo toman leche materna se les comienza a dar agua una vez que comiencen con las comidas sólidas o un poco antes para que se acostumbren y aprendan a tomarla. Unas dos semanas antes de que planees comenzar con los sólidos (por lo general alrededor de los seis meses) puedes empezar a ofrecerle a tu bebé un pequeño vasito con tapa con pedacitos de hielo (no agua con hielo) para que no les salga mucho líquido y se atore cuando chupe. La idea de los hielitos es que se vayan derritiendo poco a poco y les salga agua de a poquito. Además, les divierte el sonido de los hielos en el vaso cuando lo mueven. Esta es una forma en la que aprenden a tomar con vaso de una vez (sin pasar por tetero o biberón) y desde bien pequeños.
No agua aunque haya mucho calor: aunque haya mucho calor y pienses que tu bebé esta sediento y acalorado es suficiente con que le des leche materna. No tienes que darle agua y mucho menos jugos u otras bebidas refrescantes. Si hace mucho calor dale leche materna con más frecuencia. Una gran cantidad de estudios han determinado que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna no necesitan agua. Los estudios se han hecho en sitios muy calientes y húmedos y calientes y secos.
Esta es una duda que muchas veces los padres primerizos se hacen. En general el bebé y todo ser humano debe estar hidratado constantemente, sobre todo cuando hacen altas temperaturas. En el recién nacido es importante saber como hacerlo.
Debemos partir de que el bebé está totalmente alimentado de líquido y no debería sufrir ningún tipo de deshidratación. El hecho de darle agua puede disminuir los nutrientes que contiene la leche materna. Si se trata de leche artificial, en la mayoría de los casos, la cantidad de agua con la que se prepara es la que necesita para estar suficientemente hidratado.
Hay muchos motivos por los que se cree que el bebé debe beber agua, pero en el recién nacido no siempre son ciertos.
Si tiene hipo no te preocupes, pasará sólo, por lo general le da cuando está comiendo, para un momento, y cuando le pasa continua con su alimentación.
De hacer mucho calor porque es verano, si no tiene más de cuatro semanas tampoco te preocupes, si lo tienes vestido adecuadamente y en un espacio fresco, no tiene porque estar deshidratado, su alimentación completa lo mantendrá muy bien.
Y mientras no pase los tres primeros meses, a menos que lo indique el pediatra, no le des ningún tipo de zumo, agua dulce o manzanilla, realmente no le hace falta.
Esta es una duda que muchas veces los padres primerizos se hacen. En general el bebé y todo ser humano debe estar hidratado constantemente, sobre todo cuando hacen altas temperaturas. En el recién nacido es importante saber como hacerlo.
Debemos partir de que el bebé está totalmente alimentado de líquido y no debería sufrir ningún tipo de deshidratación. El hecho de darle agua puede disminuir los nutrientes que contiene la leche materna. Si se trata de leche artificial, en la mayoría de los casos, la cantidad de agua con la que se prepara es la que necesita para estar suficientemente hidratado.
Hay muchos motivos por los que se cree que el bebé debe beber agua, pero en el recién nacido no siempre son ciertos.
Si tiene hipo no te preocupes, pasará sólo, por lo general le da cuando está comiendo, para un momento, y cuando le pasa continua con su alimentación.
De hacer mucho calor porque es verano, si no tiene más de cuatro semanas tampoco te preocupes, si lo tienes vestido adecuadamente y en un espacio fresco, no tiene porque estar deshidratado, su alimentación completa lo mantendrá muy bien.
Y mientras no pase los tres primeros meses, a menos que lo indique el pediatra, no le des ningún tipo de zumo, agua dulce o manzanilla, realmente no le hace falta.
La realidad es que razón no les falta, sólo que es algo a matizar. Los bebés necesitan beber agua, igual que los adultos (de hecho necesitan bastante más que los adultos), pero el agua que han de beber ha de ir siempre acompañada de nutrientes. De no ser así los bebés correrían serios riesgos de desnutrición, al llenar sus estómagos de agua (que no aporta nutrientes ni calorías) sin posibilidad de dar alimentos en diversos momentos del día por esto mismo.
Si te estas preguntando a qué me refiero con “agua con nutrientes”, es muy simple: leche materna o, en su defecto, leche artificial. A continuación explicaremos cuándo se les puede empezar a ofrecer agua, así, a secas, y cuánta pueden llegar a necesitar.
Los bebés necesitan mucha más agua que los adultos pero es recomendable después de los seis meses no antes
Parece un sinsentido decir que por favor nadie dé agua a los bebés si tenemos en cuenta que los bebés necesitan mucha más agua que los adultos, pero es así.El 70% del peso corporal de un lactante (bebé de 1 a 24 meses) es agua, mientras que en los adultos esa proporción es de un 50%. Al contener sus cuerpecitos una mayor proporción de agua necesitan tomar un 10-15% de su peso en agua cada día, mientras que nosotros los adultos nos bastamos con un 2-4%. Si hiciéramos un cálculo proporcional y bebiéramos lo mismo que deben tomar los lactantes probablemente moriríamos, porque equivale a unos 10 litros de agua al día.
Como digo, dicho así, parece que los padres tengan que llevar un biberón lleno de agua en la mano de manera constante y sin embargo esto no sólo no es así, sino que hasta los seis meses no necesitan probar el agua, ni se recomienda que lo hagan.
El agua hasta los seis meses
Los bebés necesitan aproximadamente 700 ml de agua hasta el sexto mes de vida. Esta cantidad de agua proviene de la leche materna a demanda o de los biberones de leche artificial.Los bebés comen a menudo. Los que toman leche materna lo hacen a veces cada hora y otras dejan pasar más tiempo, mientras que los que toman leche artificial lo hacen cada 2-3 horas, a veces más, a veces menos. Comen a menudo porque necesitan comer a menudo. Su estómago es muy pequeñito y la energía que consumen para vivir y para crecer es mucho mayor, en proporción, que la energía que nosotros necesitamos, básicamente porque nosotros no tenemos que crecer ni triplicar nuestro peso en un año.
Esto quiere decir que además de comer a menudo, necesitan que aquello que coman esté cargado de nutrientes y de energía (estómago pequeño = poca comida muy concentrada).
Si a alguien se le ocurriera darle un día un biberón con agua a un bebé estaría desnutriéndole temporalmente, si lo hiciera todos los días estaría corriendo riesgos innecesarios. Creo que a ningún adulto se nos ocurre sustituir comida por un estómago lleno de agua o al menos no como hábito cotidiano de alimentación.
Como ejemplo os comentaré el caso de una niña africana de 3 meses que estuve visitando mes a mes con algo de preocupación (a los 3, a los 4 y a los 5 meses) para valorar su peso, pues ganaba poco de lo que se podría esperar para un bebé que toma leche materna en exclusiva. Le preguntaba a la mamá si le daba a demanda, si la demanda era cada vez que la niña pedía o si ella le limitaba las tomas y ella me decía siempre que le daba siempre que la niña pedía.
En un momento dado, en la visita de los cinco meses, la madre sacó un biberón de agua lleno hasta arriba, se lo ofreció a la niña y ésta tomó agua un buen rato.
-¿Ya le das agua? – pregunté asombrado.
-Sí, le gusta mucho… bebe mucho – me respondió.
Evidentemente le recomendé que bebiera mucha menos o directamente nada y le expliqué que lo más probable era que la niña subiera poco de peso, simplemente, porque cada vez que tomaba agua, dejaba de tomar comida.
Entonces, recapitulando, la recomendación es: no hay que dar agua a los bebés durante los primeros seis meses de vida.
El agua entre los siete meses y el año
Los niños amamantados, por norma general, siguen mamando frecuentemente incluso cuando han comenzado la alimentación complementaria. Esto quiere decir que no suelen necesitar ningún aporte extra de agua, aunque tampoco pasaría nada si mientras comen alimentos que pudieran generar sed (sólo se me ocurren las galletas), se les ofrece un poco de agua por si la quieren tomar.Digo las galletas porque el resto de alimentos que se les suele ofrecer son más bien ricos en agua (verdura con carne, fruta y cereales, que se hacen con leche o agua).
Los niños no amamantados en cambio hacen menos tomas de leche al iniciar la alimentación complementaria (muchos sólo la beben por la mañana y por la noche) y por esta razón es más probable que necesiten agua durante el día. Lo recomendable es ir ofreciendo y que vayan tomando la que necesiten.
El agua entre el año y los tres años
En este periodo de tiempo los niños deberían tomar aproximadamente 1,3 litros de agua. Esta cantidad se obtiene sumando el agua que proviene de los alimentos y la que los niños beben. Digamos que haciendo la resta un niño de estas edades debería beber, más o menos, unos 0,9 litros/día, que equivalen a unos cuatro vasos de agua.No hace falta controlar las cantidades
Después de comentar cuánta agua necesitan los niños en las diferentes edades me veo en la obligación de sugerir que olvidéis los datos ofrecidos, no sea que alguna madre (o padre) empiece a insistir a su hijo, agua en mano, para que se la beba.De igual modo que los adultos sanos no tenemos ni idea de cuánta agua tomamos a diario, no es necesario saber cuánta agua deben tomar nuestros hijos porque la naturaleza ideó un sistema muy eficaz y seguro que nos obliga a tomar agua de vez en cuando: la sed.
Los niños también tienen sed, así que si respetamos su sed, ellos mismos beberán el agua que necesitan. Si son bebés y no piden “¡Agua!”, se les ofrece y que sean ellos los que traguen o los que directamente aparten la cara
¿Necesita un bebé beber agua?
Llegan los días calurosos y con ellos la pregunta de si los bebés necesitan algún otro líquido más que la leche de sus madres.
Cuando una madre piensa que su bebé de menos de 6 meses tiene sed, lo único que debe hacer es amamantarlo inmediatamente. Esta es la única manera de asegurar que el niño recibe todo el líquido que necesita. Cada vez que una madre le da el pecho a su hijo, le da agua a través de su leche.
La leche materna está compuesta en un 88% por agua.
Las guías para el consumo de agua después de los seis meses son menos claras que para el primer semestre de vida. A partir de los 6 meses se recomienda ofrecer otros alimentos, además de la leche materna.
El tipo de alimentación de estos niños afectará las necesidades que tengan de agua, sin perder de vista que seguirán con lactancia materna y por lo tanto recibiendo agua a través de la leche y teniendo en cuenta el aporte de agua a través de las frutas, las verduras y en general de la alimentación del niño en ese momento.
¿Cómo obtienen suficiente agua los bebés amamantados?
Dependiendo de la temperatura y humedad del medio ambiente, así como del peso y nivel de actividad de los bebés, el requerimiento diario de líquidos para bebés sanos varía entre 80-100 ml/kg durante la primera semana de vida y entre 140 –160 ml/kg para bebés que están entre los tres y seis meses. Estas cantidades están disponibles en la leche materna si se da lactancia exclusiva a según lo demande el bebé durante el día y la noche por dos razones:
La leche materna es 88% agua. La cantidad de agua que consume un bebé al
amamantarlo exclusivamente llena sus requerimientos y provee un buen margen de seguridad. A pesar de que un recién nacido recibe poca agua en la primera leche amarillenta que recibe por que es bastante espesa (calostro), los infantes no necesitan agua adicional porque nacen con agua extra en sus cuerpos. Este calostro cambia gradualmente a la leche que tiene un mayor contenido de agua, la cual “baja” alrededor del tercer a cuarto día después del parto.
La leche materna tiene una baja concentración de solutos. Una de las funciones principales que tiene el agua en el cuerpo, es la de eliminar, a través de la orina, los solutos que están en exceso.
Se refiere a solutos a las sustancias disueltas, como por ejemplo el sodio, potasio, nitrógeno y cloruro. Los riñones, aunque inmaduros hasta aproximadamente los tres meses de vida, son capaces de concentrar los excesos de solutos en la orina para mantener el balance químico de un cuerpo sano.
Debido a que la leche materna tiene una baja concentración de solutos, el bebé no necesita la misma cantidad de agua con relación a su peso, que necesitan los niños mayores y los adultos
¿Qué pasa con los bebés que viven en climas calientes y secos?
El contenido de agua en la leche materna es mayor a los requerimientos que tienen los infantes bajo condiciones normales y es adecuada para los bebés que viven en climas calientes y secos. Los estudios indican que los bebés que amamantan exclusivamente durante sus primeros seis meses de vida no necesitan de líquidos adicionales ni aún en países con temperaturas extremadamente altas y con bajos niveles de humedad. Las concentraciones de solutos en la orina y sangre de bebés amamantados exclusivamente en países con estas condiciones climáticas, se encontraron dentro de los rangos
normales, indicando que su ingesta de agua es adecuada.
¿Puede ser dañino darle agua a un bebé menor de seis meses?
El ofrecer agua a un bebé antes de los seis meses puede ocasionar problemas de salud significativos.
El suplementar con agua puede incrementar el riesgo de desnutrición. El reemplazar la leche materna con un líquido de poco o ningún valor nutricional puede tener un impacto negativo en el estado nutricional del bebé, así como en su supervivencia, crecimiento y desarrollo. El consumo de pequeñas cantidades de agua u otro líquido puede llenar el estómago del infante y esto reduce su apetito por la leche materna, que si es rica en nutrientes. Estudios han demostrado que el dar agua a los bebés antes de los seis meses puede reducir el consumo de leche materna hasta en un 11%. El ofrecer agua con glucosa durante la primer semana de vida se ha asociado con una mayor pérdida de peso y estancias más prolongadas en el hospital.
¿Se le debe dar agua a un bebé que tiene diarrea?
En el caso de diarrea leve, se recomienda amamantar al bebé con mayor frecuencia.
Cuando un infante tiene un caso de diarrea moderada a severa, las personas encargadas deben buscar ayuda de un trabajador de salud y continuar
amamantando, tal como se recomienda en La Guía para el Manejo Integrado de Enfermedades Infantiles (MIEI). Los bebés que presentan síntomas de
deshidratación pueden necesitar terapia de rehidratación oral (TRO), la cual solo debe darse siguiendo las sugerencias del trabajador de saludEn general, no es buena idea dar agua para beber a tu bebé hasta que cumpla los 6 meses de edad. Hasta entonces, recibirá toda la hidratación que necesita de la leche materna o la leche de fórmula, incluso en climas calientes.
Dar demasiada agua a un bebé menor de 6 meses puede interferir con la habilidad de su cuerpo para absorber los nutrientes de la leche materna o de fórmula. Puede causarle también una sensación de saciedad en la pancita, lo que reducirá su deseo de alimentarse. Probablemente, pequeños traguitos de agua no harán daño a tu bebé, pero lo mejor es consultar la opinión de tu pediatra durante esos primeros seis meses.
Aunque es raro, un bebé que bebe mucha agua puede desarrollar una condición conocida como intoxicación por agua, que puede causar convulsiones e incluso un estado de coma. La intoxicación por agua sucede cuando la ingestión de una cantidad excesiva de agua diluye la concentración de sodio en el cuerpo. Esto causa un desajuste en el equilibrio de electrolitos y hace que los tejidos se inflamen.
Agregar demasiada agua en la preparación de la fórmula de tu bebé no sólo implica un riesgo de intoxicación por agua, también significa que tu bebé está recibiendo menos nutrientes de los que necesita. Sigue cuidadosamente las instrucciones de la preparación de la fórmula y no trates de hacer que rinda más, diluyéndola al usar más cantidad de agua de la recomendada.
En algunos casos si tu bebé tiene gastroenteritis, por ejemplo el doctor podría recetarle una bebida electrolítica para evitar una deshidratación.
Cuando tu bebé cumpla 6 meses de edad, puedes darle pequeños tragos de agua si tiene sed. Pero no le des demasiada porque podría causarle un dolor de estómago o hacerlo sentir demasiado lleno para comer. Después de su primer cumpleaños, cuando tu bebé ya esté comiendo sólidos y bebiendo leche entera, puedes dejarle que beba cuanta agua quiera.
Cuando una madre piensa que su bebé de menos de 6 meses tiene sed, lo único que debe hacer es amamantarlo inmediatamente. Esta es la única manera de asegurar que el niño recibe todo el líquido que necesita. Cada vez que una madre le da el pecho a su hijo, le da agua a través de su leche.
La leche materna está compuesta en un 88% por agua.
Las guías para el consumo de agua después de los seis meses son menos claras que para el primer semestre de vida. A partir de los 6 meses se recomienda ofrecer otros alimentos, además de la leche materna.
¿Cómo obtienen suficiente agua los bebés amamantados?
Dependiendo de la temperatura y humedad del medio ambiente, así como del peso y nivel de actividad de los bebés, el requerimiento diario de líquidos para bebés sanos varía entre 80-100 ml/kg durante la primera semana de vida y entre 140 –160 ml/kg para bebés que están entre los tres y seis meses. Estas cantidades están disponibles en la leche materna si se da lactancia exclusiva a según lo demande el bebé durante el día y la noche por dos razones:
La leche materna es 88% agua. La cantidad de agua que consume un bebé al
amamantarlo exclusivamente llena sus requerimientos y provee un buen margen de seguridad. A pesar de que un recién nacido recibe poca agua en la primera leche amarillenta que recibe por que es bastante espesa (calostro), los infantes no necesitan agua adicional porque nacen con agua extra en sus cuerpos. Este calostro cambia gradualmente a la leche que tiene un mayor contenido de agua, la cual “baja” alrededor del tercer a cuarto día después del parto.
La leche materna tiene una baja concentración de solutos. Una de las funciones principales que tiene el agua en el cuerpo, es la de eliminar, a través de la orina, los solutos que están en exceso.
Se refiere a solutos a las sustancias disueltas, como por ejemplo el sodio, potasio, nitrógeno y cloruro. Los riñones, aunque inmaduros hasta aproximadamente los tres meses de vida, son capaces de concentrar los excesos de solutos en la orina para mantener el balance químico de un cuerpo sano.
Debido a que la leche materna tiene una baja concentración de solutos, el bebé no necesita la misma cantidad de agua con relación a su peso, que necesitan los niños mayores y los adultos
¿Qué pasa con los bebés que viven en climas calientes y secos?
El contenido de agua en la leche materna es mayor a los requerimientos que tienen los infantes bajo condiciones normales y es adecuada para los bebés que viven en climas calientes y secos. Los estudios indican que los bebés que amamantan exclusivamente durante sus primeros seis meses de vida no necesitan de líquidos adicionales ni aún en países con temperaturas extremadamente altas y con bajos niveles de humedad. Las concentraciones de solutos en la orina y sangre de bebés amamantados exclusivamente en países con estas condiciones climáticas, se encontraron dentro de los rangos
normales, indicando que su ingesta de agua es adecuada.
¿Puede ser dañino darle agua a un bebé menor de seis meses?
El ofrecer agua a un bebé antes de los seis meses puede ocasionar problemas de salud significativos.
El suplementar con agua puede incrementar el riesgo de desnutrición. El reemplazar la leche materna con un líquido de poco o ningún valor nutricional puede tener un impacto negativo en el estado nutricional del bebé, así como en su supervivencia, crecimiento y desarrollo. El consumo de pequeñas cantidades de agua u otro líquido puede llenar el estómago del infante y esto reduce su apetito por la leche materna, que si es rica en nutrientes. Estudios han demostrado que el dar agua a los bebés antes de los seis meses puede reducir el consumo de leche materna hasta en un 11%. El ofrecer agua con glucosa durante la primer semana de vida se ha asociado con una mayor pérdida de peso y estancias más prolongadas en el hospital.
¿Se le debe dar agua a un bebé que tiene diarrea?
En el caso de diarrea leve, se recomienda amamantar al bebé con mayor frecuencia.
Cuando un infante tiene un caso de diarrea moderada a severa, las personas encargadas deben buscar ayuda de un trabajador de salud y continuar
amamantando, tal como se recomienda en La Guía para el Manejo Integrado de Enfermedades Infantiles (MIEI). Los bebés que presentan síntomas de
deshidratación pueden necesitar terapia de rehidratación oral (TRO), la cual solo debe darse siguiendo las sugerencias del trabajador de saludEn general, no es buena idea dar agua para beber a tu bebé hasta que cumpla los 6 meses de edad. Hasta entonces, recibirá toda la hidratación que necesita de la leche materna o la leche de fórmula, incluso en climas calientes.
Dar demasiada agua a un bebé menor de 6 meses puede interferir con la habilidad de su cuerpo para absorber los nutrientes de la leche materna o de fórmula. Puede causarle también una sensación de saciedad en la pancita, lo que reducirá su deseo de alimentarse. Probablemente, pequeños traguitos de agua no harán daño a tu bebé, pero lo mejor es consultar la opinión de tu pediatra durante esos primeros seis meses.
Aunque es raro, un bebé que bebe mucha agua puede desarrollar una condición conocida como intoxicación por agua, que puede causar convulsiones e incluso un estado de coma. La intoxicación por agua sucede cuando la ingestión de una cantidad excesiva de agua diluye la concentración de sodio en el cuerpo. Esto causa un desajuste en el equilibrio de electrolitos y hace que los tejidos se inflamen.
Agregar demasiada agua en la preparación de la fórmula de tu bebé no sólo implica un riesgo de intoxicación por agua, también significa que tu bebé está recibiendo menos nutrientes de los que necesita. Sigue cuidadosamente las instrucciones de la preparación de la fórmula y no trates de hacer que rinda más, diluyéndola al usar más cantidad de agua de la recomendada.
En algunos casos si tu bebé tiene gastroenteritis, por ejemplo el doctor podría recetarle una bebida electrolítica para evitar una deshidratación.
Cuando tu bebé cumpla 6 meses de edad, puedes darle pequeños tragos de agua si tiene sed. Pero no le des demasiada porque podría causarle un dolor de estómago o hacerlo sentir demasiado lleno para comer. Después de su primer cumpleaños, cuando tu bebé ya esté comiendo sólidos y bebiendo leche entera, puedes dejarle que beba cuanta agua quiera.
¿Los bebés necesitan tomar agua?
Esta es una duda que muchas madres, sobre todo las primerizas suelen tener, y a veces no saben como resolverla. Lo cierto es que no es preciso darle agua al bebé, ni al que esta tomando el pecho materno, ni al que toma biberón.
La leche es un alimento que posee todos los nutrientes necesarios para que el lactante se mantenga hidratado, sobre todo la leche materna y por lo tanto esto hace que no tenga sed a lo largo del día mientras sea el único alimento que consume.
Por otro lado la leche sacia su apetito.
En épocas de temperaturas un poco más altas o cuando nuestro bebé padece de catarro o mocos, es conveniente que se le ofrezca bastante más seguido el pecho o el biberón, y en los casos que padezca de fiebre, se le puede ofrecer agua mineral, pero siempre es mucho mejor realizarlo luego de la toma, ya que tengamos presente que un exceso de agua podría hacer que el niño luego no quiera alimentarse y por lo tanto no tomar la suficiente leche.
Cuando el pequeño crezca y comience a incrementar en su alimentación, los sólidos, es entonces donde seguramente comenzará a pedirnos agua, ya que será necesaria, y en el caso que no la solicite, es mucho mejor que se la ofrezcamos nosotras.necesitan nada más en su organismo que no sea leche y obviamente esta debe ser leche humana, no leche de vaca dado que no son becerros, no necesitan ni agua (aunque haga mucho calor), ni tés o infusiones, ni jugos, ni atoles, ni nada que no sea leche al menos hasta la edad de 6 meses, ellos obtienen todo lo que necesitan de la leche como proteínas, grasas, carbohidratos, incluyendo el agua. incluso algunos tés pueden ser perjudiciales para ellos como lo es el té de “Anís Estrella” utilizado para los cólicos del lactante, el cual puede paralizar su intestino y ocasionar neurotoxicidad con crisis convulsivas.
Si crees que tu bebé necesita algún té por ejemplo de Manzanilla para los cólicos y solo toma seno materno entonces mejor bébelo tú, todas sus propiedades pasarán a través de tu leche a su pancita. Si tu bebé toma formula (leche de vaca) puedes sustituir el agua con la que preparas su fórmula por el té que vayas a dar, pero nunca des el té solo (mucho cuidado con los tés que ofrezcas)
La leche es un alimento que posee todos los nutrientes necesarios para que el lactante se mantenga hidratado, sobre todo la leche materna y por lo tanto esto hace que no tenga sed a lo largo del día mientras sea el único alimento que consume.
Por otro lado la leche sacia su apetito.
En épocas de temperaturas un poco más altas o cuando nuestro bebé padece de catarro o mocos, es conveniente que se le ofrezca bastante más seguido el pecho o el biberón, y en los casos que padezca de fiebre, se le puede ofrecer agua mineral, pero siempre es mucho mejor realizarlo luego de la toma, ya que tengamos presente que un exceso de agua podría hacer que el niño luego no quiera alimentarse y por lo tanto no tomar la suficiente leche.
Cuando el pequeño crezca y comience a incrementar en su alimentación, los sólidos, es entonces donde seguramente comenzará a pedirnos agua, ya que será necesaria, y en el caso que no la solicite, es mucho mejor que se la ofrezcamos nosotras.necesitan nada más en su organismo que no sea leche y obviamente esta debe ser leche humana, no leche de vaca dado que no son becerros, no necesitan ni agua (aunque haga mucho calor), ni tés o infusiones, ni jugos, ni atoles, ni nada que no sea leche al menos hasta la edad de 6 meses, ellos obtienen todo lo que necesitan de la leche como proteínas, grasas, carbohidratos, incluyendo el agua. incluso algunos tés pueden ser perjudiciales para ellos como lo es el té de “Anís Estrella” utilizado para los cólicos del lactante, el cual puede paralizar su intestino y ocasionar neurotoxicidad con crisis convulsivas.
Si crees que tu bebé necesita algún té por ejemplo de Manzanilla para los cólicos y solo toma seno materno entonces mejor bébelo tú, todas sus propiedades pasarán a través de tu leche a su pancita. Si tu bebé toma formula (leche de vaca) puedes sustituir el agua con la que preparas su fórmula por el té que vayas a dar, pero nunca des el té solo (mucho cuidado con los tés que ofrezcas)
¿Sabes la cantidad de agua que necesita tu cuerpo para funcionar correctamente? No es una pregunta sin importancia. Sin líquidos todos los órganos de nuestro cuerpo dejarían de funcionar y entre ellos nuestro corazón. De hecho, la deshidratación constituye un riesgo vital para todo el mundo, en especial los niños y ancianos.
Para hacernos una idea, "cuando nuestro cuerpo tiene una pérdida de agua del dos por ciento, se reduce el rendimiento y la resistencia de nuestro organismo, cuerpo y mente", advierte el doctor Aquilino García, Vocal de Alimentación del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos-CGCOF y miembro del comité científico del Observatorio de la Hidratación y la Salud (OHS).
Y a partir de cinco por ciento, se puede producir una aceleración del ritmo cardíaco, apatía, vómitos, espasmos musculares, etc., graves riesgos para nuestro corazón", advierte este especialista.
El primer signo de alerta es la sed. Aunque "no debemos esperar a sentirla para beber agua u otros líquidos, porque nuestro organismo ya sufre deshidratación, aunque sea mínima", destaca el doctor García. Pero, además de la sensación de sed, existen otros signos de alerta que nos dicen que nuestro organismo no está suficientemente hidratado. Es el caso de la sequedad de la piel, que "en exceso acelera nuestro envejecimiento de la epidermis", advierte.
Niños y ancianos, más vulnerables
Si los adultos "somos un 60 por ciento de agua, la composición de líquidos en los niños es aún mayor, por tanto son más dependientes de la ingesta continua de agua", destaca la doctora Carmen Gómez Candela, Jefe de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz y presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada.
El sistema de aviso de la sed todavía "no está bien desarrollado en los niños, por lo que los padres deben controlar a sus niños y darles agua con frecuencia, aunque los pequeños no la pidan", aconseja el doctor Aquilino García. En el caso concreto de los ancianos, "la sensación de alarma para el organismo -la sed- está muy disminuida, por lo que fácilmente pueden entrar en riesgo vital sin saberlo", advierte el doctor García.
A siete de cada diez españoles les falta hidratación
El setenta por ciento de la población española reconoce no beber suficiente líquido para una "óptima" hidratación diaria, según se desprende del Estudio Hydra realizado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS).
Estas cifras "esconden una falta de concienciación y atención a los problemas de salud que acarrea la falta de hidratación", denuncia el doctor García. Esto se debe, en palabras de este especialista, "al gran desconocimiento que tiene la población de los problemas a los que se enfrentan si no beben la cantidad suficiente de líquidos que necesita su organismo", lamenta.
Para romper con este desconocimiento, ha nacido el Observatorio de la Hidratación y Salud (OHS), promovido por un grupo de expertos de diversas disciplinas -nutricionistas pediatras endocrinos farmacéuticos, entre otros. Esta iniciativa tiene como objetivo promover la investigación y desarrollar campañas divulgativas sobre la importancia de un adecuado aporte de líquidos para la salud.
Claves de una correcta hidratación
El Observatorio de la Hidratación y Salud (OHS) aconseja:
1.Aumentar la ingesta de líquidos sobre todo "cuando hace calor, hacemos ejercicio físico o si atendemos a niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas mayores o enfermos", advierte la doctora Gómez Candela.
2.Hay que beber mucho antes de que el cuerpo tenga sed: cuando aparece esta sensación nuestro cuerpo ya ha perdido el uno por ciento de líquidos. Para el doctor García, "una correcta hidratación es aquella que permite mantener un balance hídrico equilibrado, es decir, reponiendo todas las pérdidas de agua que sufre el organismo en la sudoración, respiración, orina, actividad deportiva, etc".
3.Debemos consumir alrededor de dos litros de líquido y nunca menos de litro y medio, aconseja el doctor García. Para alcanzar esta ingesta de líquido que necesita nuestro organismo, "no sólo cuenta el consumo agua, también los zumos, sopas, frutas, hortalizas y todos aquellos alimentos que hidraten nuestro organismo", matiza este especialista.
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