Los bebés se llevan todo lo que encuentran a la boca porque usan sus encías, lengua y labios para obtener información de los objetos que tienen en sus manos. Inician esta etapa a los 2 ó 3 meses cuando comienzan a familiarizarse con su cuerpo chupándose las manos y los pies; a los 4 ó 5 meses cuando ya pueden sostener objetos y juntar las manos, cualquier cosa que encuentren cerca de sus manos, terminará en su boca; hasta este momento digamos que podemos saber y controlar las cosas que se llevan a la boca pero a los 8 ó 9 meses, se debe tener mucho cuidado, el bebé ya comienza a desplazarse por sí mismo.
El chupar es una actividad agradable para los bebés, los consuela y relaja. Cuando están con sueño o se encuentran fastidiados es el momento en el cual buscan algo para reconfortarse como un chupón, un dedo, dos dedos, toda la mano, un juguete y hasta chupan pañales de tela.
Otro momento para chupar es cuando el niño está explorando, favoreciendo la madurez del bebé estimulando la inteligencia, la boca es una fuente de conocimiento que les permite descubrir las características de los objetos que lo rodea, su textura, su sabor, etc., agudizando sus sentidos, ejercitando sus músculos maxilares, su destreza manual y la coordinación mano-ojo
La adicción a chupar objetos se prolongará hasta los 2 años aproximadamente, por lo que debemos tener mucho cuidado de no tener productos tóxicos al alcance de ellos, no darles objetos pequeños porque podrían atragantarse con ellos y mucho aseo, lave o limpie sus juguetes constantemente, de esta forma se previenen las infecciones.
Durante este periodo, es importante que los niños comiencen a succionar, morder y descubrir; no obastente, los padres deben brindar elementos limpios y seguros. Durante la etapa oral, la queja frecuente de los padres es que los niños tienen la tendencia permanente de llevar a su boca cuantos objetos caen en sus manos. ¿Qué es la etapa oral?Es una de las etapas de desarrollo temprano en el niño que se da entre el primer y el segundo año de vida y básicamente consiste en la necesidad de conocer el mundo por medio de la boca. La diversión que obtiene el niño al chupar, morder, mascar y vocalizar hace que empiece a reconocer los objetos exteriores y a diferenciarlos de sí mismo. ¿Cuál es su importancia en el desarrollo del niño?Es muy importante, por ser la primera fuente de aprendizaje, ya que los niños reconocen texturas, temperaturas y formas. Además, favorece procesos de verbalización, masticación y dentición. Se dice que esta etapa tiene una repercusión directa en la formación de la personalidad de los niños, ¿por qué?Se asume que de acuerdo con el modo en que se vivan las diferentes etapas del desarrollo, se determinará la formación de rasgos que moldean la personalidad, los cuales se dan por las prácticas de crianza y la estructura constitucional del niño. De ese modo, si al niño no se le permite explorar, se le castiga o simplemente se le limita la posibilidad de hacerlo, esto puede verse reflejado en la forma como más adelante se enfrente a las dificultades y solucione sus conflictos. Cuando se limita la adecuada oralidad, es de esperase que se presenten dificultades en la toma de decisiones y enfrentamientos con la autoridad. A algunos padres les angustia ver que todo lo que se atraviesa frente a sus hijos va a dar directamente a sus bocas, ¿cómo explicarles que este es un proceso normal del desarrollo de sus hijos? Es importante comprender que es una etapa de desarrollo de los niños y que, como tal, debe tener un límite. Si los padres se preocupan demasiado porque su hijo no se lleve nada a la boca, es posible que se demore más tiempo en superarla; así que lo más adecuado es proporcionarles juguetes o elementos que sean adecuados para la exploración y que no generen daño de ningún tipo, teniendo en cuenta forma, tamaño e higiene de los mismos. Si los padres impiden a toda costa que los niños ‘descubran el mundo’ mediante el uso de sus bocas, ¿qué repercusiones puede tener esto en la vida y el desarrollo de los pequeños? Se harán más lentos algunos procesos básicos del desarrollo emocional, que podrían verse reflejados en una oralidad exacerbada durante la niñez; tal como morder los lápices o masticar todo lo que se les atraviesa. Igualmente, es posible que más adelante, durante la adolescencia, presenten dependencias desaforadas que, de alguna manera, sirven de puente imaginario para superar dicha etapa. Además de la higiene adecuada, ¿hay que tener alguna otra precaución? Una cosa es llevar a la boca objetos para explorarlos y otra es permitir que dichos objetos sean masticados o saboreados cuando pueden generar algún peligro. Es importante diferenciar la oralidad y la necesidad de llevar cosas a la boca, con el uso indiscriminado de chupo de entretención o del biberón, ya que estos no favorecen dicha etapa, sino que la hacen lenta. El chupo es poco recomendado, pues genera
ansiedad ante su ausencia y dependencia oral, así como mantener el biberón en la boca después de que han terminado de alimentarse. Esto se convierte en un factor de retraso para la adquisición del lenguaje verbal.
La boca de tu bebé tiene más terminaciones nerviosas por milímetro cuadrado que cualquier otra parte de su cuerpo, por eso, si realmente quiere saber cómo sabe o se siente algo, se lo lleva a la boca. Si no quieres que se meta algo en la boca, no lo dejes donde lo pueda agarrar.
Los niños continúan metiéndose cosas en la boca hasta bien entrado su segundo año. En esta etapa lo hacen porque cada vez se sienten más interesados en lo que sus juguetes pueden hacer, y no tanto por el gusto o sensación que puedan darles. Sin embargo, a esa edad comienzan a usar sus dedos y ojos cada vez más. Los fabricantes de juguetes especifican que algunos juguetes no son apropiados para niños de menos de 3 años porque contienen piezas pequeñas que pueden quedarse atoradas en su garganta si se los meten en la boca. Para cuando han cumplido 3 años, la mayoría de los niños han dejado de llevarse juguetes a la boca.
Por otra parte, a muchos niños les gusta explorar con las manos cómo se sienten las comidas que comen o los líquidos que beben. Puede ser muy divertido apretar los espaguetis con la mano y ver cómo salen entre los dedos o meter los dedos en el jugo.
Los bebés a menudo se llevan los juguetes a la boca y los mordisquean cuando está a punto de salir les un diente. Esto suele ir acompañado de muchas babas y un estado de ánimo un poco irritable, porque cuando un diente sale y rompe la encía puede resultar doloroso. Algunos bebés tienen las caquitas más sueltas en esta etapa y hay otros a los que se les irrita la piel de las nalguitas.
Los primeros meses los bebés lo chupan y lo muerden todo. Nosotros pensamos que lo hacen porque le están saliendo los dientes, pero lo que no sabemos es que cada vez que se llevan algo a la boca están explorando el mundo que les rodea.
En los primeros meses de vida, las sensaciones que obtienen los bebés a través de la boca les proporcionan una información más eficaz que cualquier otro sentido. Más adelante usarán los juguetes para jugar, pero, con esta edad, los utilizan para investigar y explorar. Y, no solo sus juguetes sino cualquier objeto que se encuentran: unas gafas, una silla o su propia mantita.
El pezón, la tetina, los dedos o la manta
Los bebés se empiezan a chupar el dedo en el útero. Al nacer, siguen con el pezón materno y la tetina. Después descubren sus dedos, la mantita o el puño de tela de su pijama... y así van aprendiendo que existen diferentes texturas, formas y sensaciones.
La boca es su principal ventana hacia el mundo exterior durante los primeros meses de vida ya que su lengua está dotada de muchas terminaciones nerviosas.
Al meterse los objetos en la boca, los bebés los muerden con las encías, los chupan y les dan vueltas con la lengua. Exploran e investigan cómo es el objeto de todas las maneras posibles a su alcance.
En estos primeros meses, el chupeteo tranquiliza a los bebés y les ayuda a descargar la tensión.Calmarse a sí mismos chupando es su primera muestra de independencia.
A los pocos meses ya son capaces de alcanzar los objetos deseados. Debemos andar con mil ojos para que los materiales que lo rodean sean aptos para su insaciable curiosidad bucal.
Hay que conseguir que su entorno sea un lugar seguro sin sabotear su afán investigador: debemos eliminar del suelo, de las estanterías bajas y de las mesitas cualquier objeto pequeño que el bebé se pueda tragar.
Debemos ofrecerle juguetes de diferentes formas y texturas que se pueda meter en la boca sin peligro para chupar y disfrutar.
Reconocen las cosas por la boca
Los niños chupan objetos para aprender más sobre sus características físicas. A medida que van creciendo, varios factores de su desarrollo intervienen en el proceso: pueden coger lo que les interesa y llevárselo a la boca para un examen más minucioso.
Está demostrado que la boca es una fuente de conocimiento del bebé y que el examen oral aumenta su capacidad para reconocer formas visualmente. En varios experimentos se ha dado a chupar diferentes objetos a niños y se ha comprobado que cuando se les muestran imágenes reconocen los objetos que han tenido en la boca.
Alrededor de los seis o nueve meses, la investigación chupóptera les inspira a jugar con su voz.Sienten que pueden cambiar el medio gracias a sus ruidos y gestos, y esa exploración les estimula a hacer ruidos con el juguete dentro de la boca.
Al final del primer año, el bebé empezará a explorar los objetos de forma diferente. Le interesará más apilarlos y zarandearlos que chuparlos. No debes preocuparte, tu hijo estará aprendiendo a obtener información a través de sus otros sentidos.
Aprender a chupar
A los cuatro meses la boca del bebé empieza a desarrollarse para poder comer alimentos sólidos más adelante.
En esta etapa, el acto reflejo que poseemos para evitar asfixias les hace expulsar automáticamente cualquier objeto que toque la parte posterior de la lengua.
Aprender a chupar ayuda a que ese reflejo se mueva hacia atrás para que el pequeño pueda aceptar comida de diferentes texturas.
A los seis meses ya se le puede empezar a alimentar con cuchara sin que su lengua la rechace automáticamente.
Tu bebé empieza a llevarse todo, absolutamente todo a la boca y no sabes qué hacer ya que él no sabe distinguir qué cosa se puede y lo que no se puede meterse a la boca. Cuando mi hija empezó esta etapa de llevarse todo a la boca, estuviéramos adonde estuviéramos en la casa, podríamos escuchar el sonido y los ruidos que hacía ella con la boca cuando empezada a chuparse todo lo que encontraba por delante: sus juguetes, sus deditos, sus pies,… ¡e incluso los zapatos, los botones de la ropa, las barrotes de la cuna, peluches, libros...!
Por qué chupetean los bebés
No podemos olvidar de que los bebés empiezan con el chupeteo antes de nacer. En el útero materno, muchos de ellos ya chupan el dedo. Tras su nacimiento, el chupeteo sigue con el pezón materno y la tetina del biberon. Meses después, descubren sus deditos, sus pies, su puño, así como todo a su alrededor. Así van aprendiendo a distinguir texturas, formas, sensaciones y sabores...
Cuando el bebé mete algo en la boca, lo muerde con las encías, lo chupa y lo mueve con la lengua. Esta es su forma hacer un "reconocimiento" del objeto. Al mismo tiempo, el chupeteo lo tranquiliza y lo calma. ¿Qué deben hacer los padres? Los padres no deben prohibir porque al fin y al cabo el pequeño está descubriendo nuevas sensaciones y aprendizajes. Lo que sí deben hacer es vigilar, andar con mil ojos para que todo lo que rodee su bebé sea adecuado a su insaciable curiosidad bucal.el entorno del bebe, desde su nacimiento, debe ser seguro, sin objetos o cosas con lo que él pueda hacerse daño y atragantarse
Es muy común observar que algunos juguetes llevan especificaciones en cuanto a su utilización como "juguete no apropiado para niños menores de 3 años". Seguro que la has visto alguna vez. No será en vano que ponen este aviso, ¿verdad? Es que de los 6 meses hasta los 3 años, los niños persisten en su conocimiento bucal. La investigación oral del bebé no sólo en natural y necesaria orgánicamente, es parte de la exploración y la experimentación del mundo.
Aparte de la curiosidad del bebe en llevarse todo a la boca, tenemos que considerar que su chupeteo también se debe a la salida de los dientes. El bebé se muestra irritable, molesto, y el chupar y morder cosas, le alivia el estrés y la tensión provocados por el dolor.
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