Aunque muchos niños pequeños empiezan a demostrar que están listos físicamente para ir al baño solitos, no todos los niños de la misma edad están listos intelectual o psicológicamente para dar este paso. Descubra cómo ayudarle a su niño a tener éxito en su transición de los pañales al uso del a la beca o al inodoro.
El entrenamiento para ir al baño no empieza a la misma edad para todos los niños, pero sí podemos esperar que nuestros hijos empiecen a demostrar un interés por el baño alrededor de los dos años. El deseo por tener más independencia que demuestran los pequeños alrededor de esa edad contribuye a su creciente interés por aprender a ir al baño por su cuenta. Como toda nueva habilidad, el entrenamiento para usar el baño se desarrolla a lo largo de un tiempo, normalmente empezando por controlar sus deposiciones por la noche y terminando cuando el niño ya tiene control de sus funciones durante el día y la noche. Aprender a ir al baño es parte del proceso de desarrollar hábitos de higiene personal como secarse, lavarse las manos, etc. Todos pasos importantes en este aprendizaje.
La importancia de esperar a que tu hijo esté listo para dejar los pañales
Cada niño va a adquirir las habilidades para usar el baño a su propio tiempo. Como en muchas otras ocasiones, lo importante es que no pongamos estrés innecesario y que les apoyemos durante el camino, tanto en sus logros como en los pasos atrás (que acostumbran a estar presentes y son parte normal de aprender una nueva habilidad). Piensa en enseñar a un niño a ir en bicicleta. No lo regañarías por caerse de vez en cuando, entonces tampoco debemos hacerlo durante el entrenamiento para ir al baño cuando hay pantalones mojados o sucios.
Qué aprendemos?
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Los niños deben estar listos emocionalmente, cognitivamente y físicamente Cada niño aprende a usar el baño a su propio ritmo Anime a su niño para que el proceso sea más eficaz |
Materiales o ingredientes
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Calzones o calzoncillos para niños y niñas Una bacinilla o el asiento del baño Libros infantiles o muñeco de peluche |
Direcciones
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Hay diferentes objetos y técnicas que usted puede usar para ayudar a sus niños a entusiasmarse con la idea de usar el baño. Empiece por asegurarse que su niño presenta las señales de que está listo para aprender a ir al baño. Estas técnicas no serán útiles si su niño no está física, cognitiva y emocionalmente listo. Aprender a usar el baño debería ser una experiencia positiva para los niños, así que puede empezar por hacer un viaje especial a la tienda y comprarle al niño una bacinilla o un asiento para el inodoro, y ropa interior para niño o niña grande. Usted debería involucrar al niño en todo el proceso y permitir que él o ella escoja la ropa interior que quiere. Además, ya que los accidentes sucederán de todas maneras, sería bueno que compre ropa interior de entrenamiento, las cuales son más gruesas y previenen que se filtre. El proceso se basa en tratar de entusiasmar a los niños sobre este gran paso. Inclusive puede organizar un viaje a la biblioteca para revisar libros para niños sobre cómo aprender a usar el baño. Siéntense y lean los libros juntos, hablen sobre ellos, e introduzca la bacinilla. Una vez que estén entusiasmados, usted puede pasar al siguiente nivel: usar ropa interior y aprender a usar el inodoro. Cuando usted les presenta la bacinilla y la coloca en el baño, recuerde incluir algunos libros para niño o el animal de peluche favorito del niño. El baño puede ser un lugar intimidante para el niño. Un libro o juguete conocido puede ayudar a que ir al baño sea una experiencia más relajada y cómoda para el niño. Tenga en mente que, ya que cada niño es diferente y va a su propio ritmo, estas técnicas no funcionan de la noche a la mañana. Pero deberán proporcionar una base para entusiasmar a los niños a usar el baño. |
El momento correcto para el niño depende de su desarrollo físico y psicológico.
Los siguientes signos pueden ayudarle a identificar cuando el niño está listo para comenzar el entrenamiento:
- Es capaz de seguir instrucciones, de agacharse para sentarse en la bacinilla y luego volverse a poner de pie.
- Comienza a tener evacuaciones con regularidad y puede predecir cuando ocurrirá.
- Permanece seco al menos dos horas corridas durante el día o permanece seco después de las siestas.
- Comienza a tener evacuaciones con regularidad y puede predecir cuando ocurrirá.
- Las expresiones de la cara, la postura o las palabras del niño revelan que está a punto de orinar o de tener una evacuación.
- Puede caminar al baño y desvestirse parcialmente.
- Parece distinguir si el pañal está mojado o sucio.
- Le pide usar la bacinilla.
- Le pide usar ropa interior para niños grandes.
Esto usualmente ocurre cuando el niño tiene entre 18 y 24 meses de edad. Sin embargo, no es raro que un niño todavía use pañales a los dos y medio o tres años de edad.
Uso del asiento con bacinilla.
El entrenamiento debe realizarse primero en un asiento con bacinilla, la cual debe ubicarse inicialmente en el lugar de la casa donde el niño pasa más tiempo, pero luego debe colocarse en el baño. El niño debe jugar, tocar y familiarizarse con la bacinilla.
Se le debe explicar que es su asiento personal y se debe permitir que se siente con ropa como si fuera otro asiento regular y que se levante en cualquier momento. No hay que forzarlo a que permanezca sentado.
Una vez familiarizado con la bacinilla, se debe intentar que se siente en ella sin pantalones y sin pañal y que aprenda a sentirse cómodo. Es importante que al sentarse quede en una posición fisiológica para defecar, esto es, las plantas de los pies apoyadas en el suelo y los muslos contra el abdomen.
Para mostrarle al niño como se usa la bacinilla, se coloca la materia fecal de un pañal sucio en esta, luego el niño debe observar como se transfiere la materia fecal a la taza del baño. Se le debe enseñar a soltar el agua para que vea como desaparece la materia fecal dentro de la taza del baño.
Uso de la taza del baño.
A veces es de ayuda permitir que los niños vean a sus padres cuando vayan al baño. Ver a los adultos usar el sanitario hace que los niños quieran hacer lo mismo. Si es posible, las madres deberán enseñarles las destrezas correctas a sus hijas y los padres a sus hijos.
Cuando el niño esté cómodo usando el asiento con la bacinilla, se le puede comenzar a enseñarle a ir al baño. Puede comenzar a usar un aro de asiento para colocar sobre la taza del baño y una silla para que se pueda subir.
Cuando realice gestos o señales que indiquen que quiere ir al baño se debe colocar en el asiento con la bacinilla. Se debe mantener al niño con pantalones sueltos y que sean fáciles de quitar.
Por lo general los niños realizan deposición una vez al día, en promedio una hora después de comer. La mayoría orinan una hora después de haber tomado una bebida caliente.
Se recomienda colocar al niño en la bacinilla a intervalos de tiempo regulares, puede ser cada hora y media o dos horas y en lo posible acompañarlo cuando esté sentado ya que ayuda a relajarlo si se le habla, canta, etc
Hay que elogiar al niño cuando utilice la bacinilla para orinar o defecar, pero si no lo hace no se le debe expresar insatisfacción. Hay que tener paciencia.
Cuando el niño realice deposición en el baño en forma repetida, se le puede colocar pantalones de entrenamiento, para el niño esto significará una muestra de confianza y se sentirá muy contento. Recuerde que al comienzo pueden ocurrir accidentes y se debe ser comprensivo con el niño.
En promedio el entrenamiento para aprender a usar la taza del baño puede durar tres meses, siempre y cuando el niño esté preparado para hacerlo y reciba un apoyo permanente de lo padres quienes con su paciencia y dedicación le ayudarán a cumplir la meta.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que esperemos a empezar el entrenamiento para ir al baño cuando el niño empiece a mostrar signos de que está listo.
Signos de que un niño está listo para quitarle los pañales
El niño puede mantenerse seco durante dos horas durante el día, o está seco después de una siesta
Podemos predecir por sus expresiones, postura o palabras cuando va a ir al baño
El niño puede seguir instrucciones simples
Puede caminar hasta el baño y ayudar a sacarse la ropa
Pide usar el baño o bacinica
Parece incómodo cuando tiene un pañal sucio
No es recomendable empezar este proceso si el niño está pasando por un gran cambio en su vida (por ejemplo, un nuevo hermanito, una nueva casa o una crisis familiar).
Entrenamiento progresivo
El pediatra T. Berry Brazelton nos recomienda hacer el entrenamiento del baño de manera muy progresiva, involucrando a tu pequeño en todo momento. Dale oportunidades para que te observe a ti usando el baño o mejor todavía a un hermanito o amigo que ya lo use.
Háblale acerca de cómo los niños y las personas mayores usan el baño y el porqué. Cuando juegue con muñecas, puedes introducir el baño como parte de su juego. Escoge un día para hacer una visita especial e ir a comprar una bacinica u orinal. En general, la bacinica es más recomendable que el baño de adultos con un soporte, ya que es más fácil para los niños usarlo cuando pueden poner sus pies en el suelo. Si decides comprar un soporte para el baño de adultos, puedes comprar también una banqueta para que los pies del niño no estén colgando.
Déjale que escoja su propia bacinica y haz que la experiencia sea divertida y positiva
Anímale durante el proceso, hablándole de lo maravilloso que es que vaya a empezar su entrenamiento para ir al baño
Deja que tu niño juegue con la bacinica y no la obligues a sentarse enseguida (a no ser que quiera)
Familiarizarse con la bacinica le hará sentirse más cómodo. Invítale a sentarse en la bacinica cuando le veas hacer gestos de que está defecando. No te preocupes si no quiere sacarse el pañal al principio, puedes dejarle sentar con el pañal puesto y con el tiempo quitárselo.
Invítale a usar la bacinica (o potty) de manera regular
Puedes poner libros llamativos (hasta libros relacionados con el uso del baño) para que lea cuando usa la bacinica. También puedes decorar el área para que sea un lugar agradable para él.
Intenta ver si tu niño tiene un patrón de usar el baño (puedes hacer una tabla y marcar durante una semana cuando va al baño, así observarás si es más o menos a la misma hora y si tiene algún patrón específico de comportamiento)
Ofrécele la bacinica en esos momentos pero no le fuerces a usarla.
¡Hemos de ser muy pacientes durante este proceso! Y no forzarles o castigarles para evitar experiencias negativas. Recuerda, toda nueva habilidad toma su tiempo. Cuando tu niño empiece a demostrar más interés, invítala a usar el baño cada dos o tres horas, especialmente si ves cualquier signo de que quiere usar el baño (por ejemplo, caras de esfuerzo, piernas cruzadas). También puedes dejarle estar sin pantalones en casa, esto les ayudará a entender mejor sus necesidades. No te preocupes si hay algún accidente.
Pequeños curiosos
Es normal en esta edad que los niños muestren interés por sus deposiciones, les fascina que algo haya salido de dentro de ellos. No te preocupes y ves enseñándoles que no es algo con lo que queremos jugar, pero que es parte normal de todos nosotros. Algunos niños muestran mucho miedo de la cadena del baño. La idea que algo que salió de ellos puede desaparecer tan rápidamente les aterroriza. Por eso es recomendable no tirar de la cadena al principio. Otros niños tienen miedo de irse ellos por el baño cuando tiramos la cadena, poco a poco, se irán familiarizando con el proceso y sintiéndose más seguros.
¡Pañales fuera!
Cuando el niño empiece a mostrar interés y usar la bacinica o baño, puedes probar quitarle los pañales durante el día. Recuerda que los accidentes son una parte muy normal de este proceso. A menudo ocurren cuando están jugando con mucha intensidad y se olvidan de escuchar lo que pasa en su cuerpo. Empieza enseñando a los niños a hacer pipí sentados, es más fácil que aprender a apuntar. Con el tiempo, pueden empezar a practicar hacer pipí parados.
Enséñale a las niñas a secarse de delante a detrás (para evitar infecciones). También es importante enseñarles a lavarse las manos después de usar el baño, así fomentamos buenos hábitos de higiene.
Recuerda celebrar siempre sus logros, puedes tener una tabla de estrellas cerca de la bacinica o baño y darle una pegatina cada vez que use el baño. Contar las estrellas al final del día o cada dos días y celebrar sus nuevas habilidades. Tu pequeño está dando un gran paso adelante, ¡anímale y goza de su aprendizaje!
La Dra. Helena Duch es psicóloga infantil y familiar especializada en trabajar con familias que están planeando, esperando y criando a niños en la primera infancia. La Dra. Helena tiene un doctorado en psicología infantil y escolar de New York University y una maestría en Psicología del Desarrollo Infantil de Columbia University y es licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Ramon Llull en Barcelona. Además la Dra. Helena está licenciada como psicóloga en el estado de Nueva York y en España, su país natal. NOTA: Este artículo es para fines educativos solamente y no reemplaza una consulta médica o psicológica. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema de salud o de comportamiento sino consultar a algún médico o profesional de salud mental que te examine en persona y que esté autorizado para practicar su profesión en la localidad donde vives.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que esperemos a empezar el entrenamiento para ir al baño cuando el niño empiece a mostrar signos de que está listo.
Signos de que un niño está listo para quitarle los pañales
El niño puede mantenerse seco durante dos horas durante el día, o está seco después de una siesta
Podemos predecir por sus expresiones, postura o palabras cuando va a ir al baño
El niño puede seguir instrucciones simples
Puede caminar hasta el baño y ayudar a sacarse la ropa
Pide usar el baño o bacinica
Parece incómodo cuando tiene un pañal sucio
No es recomendable empezar este proceso si el niño está pasando por un gran cambio en su vida (por ejemplo, un nuevo hermanito, una nueva casa o una crisis familiar).
Entrenamiento progresivo
El pediatra T. Berry Brazelton nos recomienda hacer el entrenamiento del baño de manera muy progresiva, involucrando a tu pequeño en todo momento. Dale oportunidades para que te observe a ti usando el baño o mejor todavía a un hermanito o amigo que ya lo use.
Háblale acerca de cómo los niños y las personas mayores usan el baño y el porqué. Cuando juegue con muñecas, puedes introducir el baño como parte de su juego. Escoge un día para hacer una visita especial e ir a comprar una bacinica u orinal. En general, la bacinica es más recomendable que el baño de adultos con un soporte, ya que es más fácil para los niños usarlo cuando pueden poner sus pies en el suelo. Si decides comprar un soporte para el baño de adultos, puedes comprar también una banqueta para que los pies del niño no estén colgando.
Déjale que escoja su propia bacinica y haz que la experiencia sea divertida y positiva
Anímale durante el proceso, hablándole de lo maravilloso que es que vaya a empezar su entrenamiento para ir al baño
Deja que tu niño juegue con la bacinica y no la obligues a sentarse enseguida (a no ser que quiera)
Familiarizarse con la bacinica le hará sentirse más cómodo. Invítale a sentarse en la bacinica cuando le veas hacer gestos de que está defecando. No te preocupes si no quiere sacarse el pañal al principio, puedes dejarle sentar con el pañal puesto y con el tiempo quitárselo.
Invítale a usar la bacinica (o potty) de manera regular
Puedes poner libros llamativos (hasta libros relacionados con el uso del baño) para que lea cuando usa la bacinica. También puedes decorar el área para que sea un lugar agradable para él.
Intenta ver si tu niño tiene un patrón de usar el baño (puedes hacer una tabla y marcar durante una semana cuando va al baño, así observarás si es más o menos a la misma hora y si tiene algún patrón específico de comportamiento)
Ofrécele la bacinica en esos momentos pero no le fuerces a usarla.
¡Hemos de ser muy pacientes durante este proceso! Y no forzarles o castigarles para evitar experiencias negativas. Recuerda, toda nueva habilidad toma su tiempo. Cuando tu niño empiece a demostrar más interés, invítala a usar el baño cada dos o tres horas, especialmente si ves cualquier signo de que quiere usar el baño (por ejemplo, caras de esfuerzo, piernas cruzadas). También puedes dejarle estar sin pantalones en casa, esto les ayudará a entender mejor sus necesidades. No te preocupes si hay algún accidente.
Pequeños curiosos
Es normal en esta edad que los niños muestren interés por sus deposiciones, les fascina que algo haya salido de dentro de ellos. No te preocupes y ves enseñándoles que no es algo con lo que queremos jugar, pero que es parte normal de todos nosotros. Algunos niños muestran mucho miedo de la cadena del baño. La idea que algo que salió de ellos puede desaparecer tan rápidamente les aterroriza. Por eso es recomendable no tirar de la cadena al principio. Otros niños tienen miedo de irse ellos por el baño cuando tiramos la cadena, poco a poco, se irán familiarizando con el proceso y sintiéndose más seguros.
¡Pañales fuera!
Cuando el niño empiece a mostrar interés y usar la bacinica o baño, puedes probar quitarle los pañales durante el día. Recuerda que los accidentes son una parte muy normal de este proceso. A menudo ocurren cuando están jugando con mucha intensidad y se olvidan de escuchar lo que pasa en su cuerpo. Empieza enseñando a los niños a hacer pipí sentados, es más fácil que aprender a apuntar. Con el tiempo, pueden empezar a practicar hacer pipí parados.
Enséñale a las niñas a secarse de delante a detrás (para evitar infecciones). También es importante enseñarles a lavarse las manos después de usar el baño, así fomentamos buenos hábitos de higiene.
Recuerda celebrar siempre sus logros, puedes tener una tabla de estrellas cerca de la bacinica o baño y darle una pegatina cada vez que use el baño. Contar las estrellas al final del día o cada dos días y celebrar sus nuevas habilidades. Tu pequeño está dando un gran paso adelante, ¡anímale y goza de su aprendizaje!
La Dra. Helena Duch es psicóloga infantil y familiar especializada en trabajar con familias que están planeando, esperando y criando a niños en la primera infancia. La Dra. Helena tiene un doctorado en psicología infantil y escolar de New York University y una maestría en Psicología del Desarrollo Infantil de Columbia University y es licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Ramon Llull en Barcelona. Además la Dra. Helena está licenciada como psicóloga en el estado de Nueva York y en España, su país natal. NOTA: Este artículo es para fines educativos solamente y no reemplaza una consulta médica o psicológica. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema de salud o de comportamiento sino consultar a algún médico o profesional de salud mental que te examine en persona y que esté autorizado para practicar su profesión en la localidad donde vives.
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