estar embarazada es una experiencia única. Única, porque no hay nada que logre igualarla, ni, mucho menos, que la supere.
La perspectiva de ser mamá seguro que te llena de alegría, pero estar embarazada no siempre es fácil. Quizás las náuseas te tienen amargada o puede que se te retrase el parto 10 días y ya no aguantes más. Para recordarte que el embarazo también puede ser divertido, hemos reunido algunas de las cositas que lo convierten en un periodo mágico.
El verdadero amor
Aunque el embarazo es algo deseado por la mayoría de las mujeres, los primeros tres meses suelen ser difíciles, debido a síntomas como los mareos, la náuseas y la hipersensibilidad a ciertos olores, entre otras molestias. Pero una vez pasada esta etapa, viene lo bueno de tu embarazo. Aquí te decimos algunos de los aspectos más positivos sobre tu nueva condición, estamos seguros de que la disfrutarás al máximo.
Lo que te hará sonreír:
Saber que tienes nueve meses enteros para planear, soñar y fantasear.
Escoger ropa de maternidad. Hoy en día es bonita, práctica, ¡e incluso sexy!
Tener la excusa perfecta para consentirte: darte largos baños perfumados, disfrutar un masaje especial para embarazadas y ponerte cremas hidratantes en la pancita.
Entender y apreciar a tu mamá como nunca antes.
hablar con otras futuras mamás.
Fijarte el objetivo de aumentar de peso, por una vez en la vida.
No sentirte culpable de dormir hasta tarde los fines de semana, si es tu primer bebé. Al fin y al cabo te lo mereces... porque luego no podrás hacerlo por muchos años.
Ver cómo crecen tus pechos y los vestidos escotados te sientan de maravilla.
Y, claro está, comprarte un par de lindos brasieres para lucir el escote con estilo.
Hacer nuevas amistades, porque las mujeres embarazadas siempre tienen algo que compartir.
Lucir un cabello más brillante y sedoso que nunca.
Observar cómo de repente tus familiares y amigos te miran con más ternura, ¡y ni se diga tu pareja!
Encontrar personas que te ofrecen su asiento en el metro y el autobús.
Ver cómo se les ilumina el rostro a tu mamá, papá, hermanos y amigos cuando se hacen la idea de un nuevo miembro e la familia
Aprender cosas nuevas, desde tejer un minúsculo suetercito hasta cómo compartir fotos por computadora, para que el mundo entero pueda conocer a tu recién nacido.
Sentir que tu sensibilidad es más aguda que nunca, que tus lágrimas brotan con más frecuencia y que tu capacidad de amar crece cada día.
Decorar la recámara de tu bebé o un rinconcito de tu propio dormitorio.
Sentir las primeras pataditas y pasarte una hora echada con la mano en el vientre para ver si las vuelves a notar.
Salir a pasear con tu pareja o con las personas que te apoyan para respirar aire fresco, porque es bueno para ti y para el bebé.
Disfrutar de los vívidos sueños que suelen tenerse durante el embarazo y reírte de ellos con la amigas.
Escoger ropita, zapatitos tan pequeños que parece imposible que le vayan a caber, toallas con capucha en forma de patito y todas las demás preciosidades que usan los recién nacidos.
Escribir un diario sobre tu embarazo para que tu hijo lo lea cuando sea mayor.
Posar para que te tomen fotos de la pancita y asombrarte, al cabo de unos años, de lo que llegó a crecer.
Saber que hay mucha gente dispuesta a ayudarte: doctores, enfermeras, consejeras de lactancia...
Estar echada en la cama, en brazos de tu pareja, sabiendo que el amor que se tienen ha creado una nueva vida.
La depilación ya no será un asunto de todos los días. Casi ni tendrás que aplicártela
Durante el 4to o 5to mes de embarazo lucirás un cabello con un brillo especial, gracias a las vitaminas ingeridas durante el embarazo
Disfrutar cada segundo de las salidas nocturnas, las escapadas improvisadas de fin de semana, y de cualquier otra cosa que no van a poder hacer tan fácilmente una vez tengan al bebé.
Saber que a partir de ahora, pase lo que pase, nunca estarás sola.
Preparar una linda caja para la colección de recuerdos que vas a guardar para tu hijo: las primeras fotos de las ecografías, el brazalete que le pondrán al nacer, un mechón de su cabello...
Pasar horas pensando en qué nombre le pondrán
Soñar con "mi hija, la astronauta", o "mi hijo, el doctor".
¡Mirar tu vientre en el espejo y darte cuenta de que hay una personita allá adentro!
Ver la primera imagen de tu bebé en una ecografía, pedir una copia de la foto y llevarla en la cartera para poderla mirar cien veces cada día.
Poner la mano de las personas que te quieren y te apoyan sobre tu vientre y ver su expresión cuando siente moverse al bebé por primera vez.
Avisar a los personas que están contigo y te quieren de que ya han empezado las contracciones del parto.
Probar todos los ejercicios que aprendiste en las clases de preparación para el parto y darte cuenta de que de verdad funcionan.
Recibir el apoyo de tu pareja, tu mamá, o tu amiga íntima, tu familia, que te están acompañando durante el parto, y saber que puedes fiarte de ellos ciento por ciento.
Darte cuenta que a medida de las contracciones es mas doloroso pero que ese dolor vale la pena por tener a tu hijo (a)
Decidir si vas a usar medicamentos para aliviar el dolor y saber que te los darán en la etapa del parto más apropiada.
Sentir la inmensa emoción de ver a tu bebé por primera vez y contarle los deditos. ver lo hermoso y lo frágil que es saber que estas hay para cuidarlo
Mirar a tu recién nacido a los ojos por primera vez.
Ver la emoción de las personas que te quieren y te apoyan
Llamar a todos tus seres queridos para anunciarles la buena nueva.
Despertarte, ver a tu hijito junto a ti y decirte: ¡Pero si es verdad! ¡Ya soy mamá!
Sentirás los primeros movimientos del bebé y comentarás muy contenta cuando de sus pataditas.
La ilusión de ser mamá, de notar una vida en ti...eso es lo mejor!
Estarás acompañada a donde quiera que vayas. En tus paseos, en el autobús o mientras realizas sus actividades diarias. Tendrás a un compañero permanente para charlar sobre cada cosa que te suceda.
..Si tuviéramos que poner en una balanza lo bueno y lo malo de estar embarazada, acabaríamos con un buen número de cosas a ambos lados, aunque sin duda, todas coincidiríamos en que, aún en igualdad de condiciones, siempre pesa más lo bueno.
El embarazo es un momento de cambios sorprendentes, tanto físicos como anímicos. A las mujeres, la naturaleza nos ha dotado de una capacidad asombrosa de transformación, pero esta disposición natural, no nos libra de algún inconveniente en el camino...
Ventajas e inconvenientes de estar embarazada
Ventajas e inconvenientes del embarazo
En un embarazo normal, nos podemos enfrentar a algunas molestias tanto físicas como emocionales. Son muy frecuentes los ajustes hormonales que nos pueden provocar náuseas matutinas, indigestión, manías o antojos de alimentos, alteraciones en el olfato, en la piel, y un largo etcétera. Según avance nuestro embarazo, algunos síntomas desaparecerán y otros persistirán, pero no se prolongarán mucho más del parto (alguna estría quedará a modo de medalla de honor por ser madre).Los cambios emocionales son también muy importantes, es evidente que nos debemos enfrentar gradualmente a una nueva imagen (aunque nos resulte preciosa nuestra curvatura abdominal), a sentimientos de inseguridad sobre si seremos capaces de educar y criar a nuestro hijo, a la preocupación sobre la salud del bebé o la nuestra, a la incógnita de si podremos soportar el dolor del parto... o a ciertos momentos en que nos sintamos frustradas, agobiadas o irascibles, sin más.
Cuando el embarazo es deseado y acogido con alegría, sin duda, los momentos gratificantes nos hacen sobrellevar los inconvenientes de nuestra gestación. Seguro que al poco tiempo de saberos encinta, os habéis colocado delante del espejo y habéis sacado la tripita, orgullosas; habéis protegido vuestra barriguita entre las manos, ante cualquier susto; habéis disfrutado de momentos relajantes y placenteros en el que el bebé os da patadas, y habéis intentado adivinar con vuestra pareja qué parte del cuerpo era aquel bulto que salía de vuestro esférico vientre; habéis hablado con vuestro bebé y le habéis puesto nombre...
Por otra parte, el parto es uno de los momentos más emocionantes para la vida de una mujer, ver a nuestro hijo y sentirlo en nuestros brazos es absolutamente inolvidable, hace sentirnos partícipes de algo sobrenatural, algo de gran trascendencia, del cual somos parte protagonista junto con nuestro hijo o hija. Sin duda, el embarazo supone ciertas molestias (en algunos casos, muchas), numerosos cambios orgánicos, nos exige capacidad de adaptación y de madurez..., pero el fruto es inigualable, es una de las experiencias más emotivas y conmovedoras para los futuros padres. Estad alegres y disfrutad de vuestro embarazo y trasmitiréis también a vuestro hijo ese sentimiento de gozo que vosotras sentís, aun cuando tengáis más de un inconveniente por vuestro nuevo estado de "buena esperanza".
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