lunes, 26 de mayo de 2014
los valores en un niño
Cómo educar valores
Qué necesitan los niños para vivir y convivir bien con los demás
Nos preguntamos muchas veces por qué es importante y necesario que eduquemos a nuestros hijos a través de los valores Educar a nuestros hijos para que aprendan a dar valor a algunas conductas y compartimientos les ayudará a convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentren.
Valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano desarrollo de los niños.
Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado, y así con todo.
Transmitir valores a los hijos
Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres, educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir.
Pero, ¿cómo educar a los hijos con valores? Primero, conociendo cada uno de los valores. GuiaInfantil.com hizo una selección de los principales valores para que los padres hagan un repaso y luego se los enseñen en el día a día a sus hijos, y con ejemplos.
También es preciso recordaros que los niños aprenden con el ejemplo. El ejemplo que dan sus padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir mesa, asiento, de cooperar, de ayudar a los demás, de defender, de reclamar, de tolerar y aceptar. Si los padres no tienen paciencia con su hijo, ¿qué creen que el niño va a aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial.
Educar en valores.
La amabilidad
Cómo los niños pueden aprender a ser amables
Ser amable significa ser digno de ser amado, ser cariñoso, afectuoso, gentil, cortés, agradable, servicial, afable, incluso gracioso y risueño. Cualidades todas ellas que deben ser formadas en los niños desde la más temprana edad. Ser amable también es ser atento, brindar atención y respeto sobre todo a los menos aptos, desvalidos, y necesitados.
La amabilidad no nace con el niño, éste es impulsivo por naturaleza, y a ser amable y cortés se aprende en las más diversas actividades de la vida cotidiana. Los niños asimilan las normas de comportamiento social en la medida que los adultos los entrenan y enseñan a comportarse de acuerdo con esas normas.
La amabilidad implica a su vez la igualdad, el tratamiento por igual a niños y niñas, y la delicada cortesía de unos a otros, por lo que han deaprender a ser corteses con todos los compañeros y compañeras, y ayudarles en todo momento.
Aprender a ser amable
El juego de roles, en el que es posible modelar las más diversas situaciones en las que esté implícito el ser amable y cortés, es una de las vías más importantes para que los niños interioricen este valor. Pero no hay nada más efectivo que el ejemplo del adulto para enseñar las normas de la amabilidad; por eso los padres deben ser modelos a imitar de estas cualidades.
Cuándo puede el niño puede aprender a ser amable
- Cuidando de su cuerpo y de su imagenLavándose las manos antes de comer, cepillando los dientes después de cada comida, alimentándose bien, etc.
- Considerando a los demás el otro. Saludando a las personas conocidas, demostrando afecto a los compañeros de la escuela y a los amigos, llevando algún regalo a la profesora, compartiendo su material escolar, jugando sin peleas con sus compañeros, dando de comer a su mascota, agradeciendo a su madre por la deliciosa comida, acompañando a sus padres a la compra, ofreciendo ayuda cuando alguien la necesita.
El respeto a la diversidad
Los niños deben aprender a respetar las diferencias
Como seres humanos somos todos iguales, aunque nos diferencian algunos valores según la familia de la que hacemos parte y de la sociedad en la que vivimos. Por esta razón, el respeto a las diferencias, a lo diverso, a las distintas culturas y razas, también hacer parte de la educación de damos a nuestros hijos. Un aprendizaje y enseñanza que deben ser transmitidos a los niños desde que son muy pequeños.
Aprender a ser respetuoso en la diversidad
Los niños deben recibir una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad, la oportunidad de desarrollar sus aptitudes, su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil y participativo de la sociedad. El niño debe ser protegido contra todas las prácticas que puedan fomentar la discriminación. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, solidaridad, tolerancia, amistad, paz y fraternidad. Son derechos fundamentales para la vida de los niños.
La discriminación del niño puede ocurrir en cualquier ámbito. Por ello, es sumamente importante que los niños aprendan a no discriminar ni ver el racismo como algo normal. El niño debe comprender que la diversidad existe y como tal se debe respetar. Los niños deben aprender a hacer amigos y respetar a los demás, independientemente de su color de piel, de sus rasgos, de cómo es su pelo, si es chino, árabe o indígena, si habla otro idioma y a respetar su cultura y sus tradiciones.
Los niños deben saber que la diversidad nos trae riquezas de informaciones y de experiencias. Que podemos aprender mucho con las diferencias. En lugar de criticarla, debemos aprender con ella y darle su real valor. Esa es una tarea importante principalmente en los días actuales en que cada día son más las familias que emigran e imigran de un lugar a otro.
El niño puede aprender a ser respetuoso en la diversidad
- Cuando sus padres también lo son
- Cuando leen cuentos e historias de otras culturas
- En la escuela y colegios. Los niños deben aprender a amar a sus compañeros
- Cuando valoran los idiomas
- Cuando se les junta a niños diferentes en los parques, en los campamentos de verano, en las colonias de verano, en el colegio, etc.
- En exposiciones sobre distintos países
- En los viajes conociendo otras tradiciones y costumbres.
- En las excursiones
-jugando y compartiendo momentos y juguetes con todos
La obedencia es una actitud responsable de colaboración y participación, importante para las buenas relaciones, la convivencia y las tareas productivas. La acción de obedecer es aquella en la que se acatan normas, órdenes, reglas y comportamientos
Aunque el aprender a obedecer parece un valor inculcar solamente a los niños, toda persona puede, y debe, procurar su desarrollo.
La obediencia no se determina por el afecto que puedas tener hacia la persona que autoriza, manda o pide, se concentra en realizar la tarea o cumplir el encargo que se te encomienda, sin pedir nada a cambio.
Aprender a ser obediente
La obediencia forma parte del aprendizaje del control y regulación de la conducta, de la asimilación de las reglas, primero en el plano externo, haciendo las cosas como el adulto le dice para agradarlo, y ganarse su aprobación y elogio; y, posteriormente, si el niño es debidamente estimulado por el adulto, por propio deseo, aprendiendo a controlar su conducta y cumplir las reglas de manera consciente, ya no para agradar a nadie sino por la satisfacción que esto le produzca. El aprender a ser obediente consiste también en que se explique el por qué es necesario que se haga las cosas que se le pidan.
El niño puede aprender a ser obediente
- Sabiendo qué es lo que sus padres o profesores quieren
- Conociendo la satisfacción que su obediencia producirá
- Sabiendo el por qué y el valor de cada orden
- Teniendo claras sus obligaciones y deberes
- Con una enseñanza sistemática de todas sus actividades
- Teniendo reglas en casa y en la escuela
- Cuando siente la aprobación de sus padres cuando es obediente
- Con las experiencias de sus padres
- Cuando siente que con la desobediencia no consigue lo que quiere
. La bondad
Cómo explicar a los niños qué es la bondad
La bondad es una de las cualidades humanas que mejor reflejan la esencia humana, pues la persona bondadosa es buena, benigna y benévola, y a veces se la relaciona con la amabilidad. Tiene inclinación por hacer el bien a los demás, y lo hace con afecto, comprensión y respeto.
La mejor persona suele ser bondadosa. Por eso la necesidad de iniciar cuánto antes a los niños en las conductas bondadosas. El niño que aprende a construir la paz y vivir la en bondad, recibirá muchas dádivas a cambio.
Aprender a ser bueno
Para conseguir que los niños sepan qué es la bondad, el ejemplo es la mejor herramienta. El modelo que le ofrece el adulto le dirá mucho más que mil palabras. Y su efecto será más inmediato y más profundo si este adulto realiza acciones que revelen comportamientos bondadosos. Los niños deben aprender que lo mejor es ayudar, comprender y cooperar, en lugar de agredir, arrebatar o maltratar.
Cómo aprender a ser bueno
- Con los ejemplos de sus padres y hermanos mayores
- Haciendo compañía a sus abuelos
- Aprendiendo a cuidar de su habitación y recogiendo sus juguetes
- Ayudando a sus padres en la labor del hogar
- Abriendo la puerta a un anciano
- Cuidando y dando buenos consejos a los hermanos pequeños
- Contribuyendo con su profesora en clase
- Dejando prestado o regalando algunas pertenencias suyas a los demás y a los que nada tienen
- Llevando ropas usadas con sus padres a alguna institución
La amistad
Cómo los niños pueden aprender a ser amigos
La amistad es uno de los valores más importantes a desarrollar en la educación de los niños. Se trata del afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece mediante las interrelaciones entre los seres humanos.
Para que el niño aprenda sobre el valor de la amistad es necesario formarle con nociones, conocimientos, habilidades, emociones, vivencias, sentimientos, y que le preparemos para vivir con armonía y respeto.
Cómo enseñar a tener amigos a los niños
Los niños deben saber quién es un buen amigo y por qué, cómo se comportan los buenos amigos, y cómo mantener una buena amistad. Deben aprender que un buen amigo puede ser para siempre, y que para eso es necesario cultivar y alimentar la amistad, día tras día, en la escuela, en el parque, en la vecindad, etc. El contacto con los iguales hace con que el universo del niño sea aún más grandioso y rico. A través del otro, él puede aprender mucho de todo y de sí mismo.
El niño puede aprender a ser amigo
- Busca la conciliación y no se pelea con sus compañeros
-comparte sus juguetes con los demás niños
- Conversa y atiende a los demás
- Ayuda a un compañero que ha hecho algo malo explicándole lo incorrecto de su actuación
- Se preocupa por sus compañeros
- Se esfuerza por hacer algo útil en beneficio de los amigos
- Anima al compañero o amigo que esté triste
- Se alegra con los logros positivos de los demás
- Invita a sus amigos a jugar en su casa
- Se preocupa por algún amigo herido o enfermo
- Demuestra afecto y cariño a sus amigos
. La tolerancia
Enseña a tus hijos a ser tolerantes en las relaciones con sus amiguitos y familiares
Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso, indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Ser tolerante es ser condescendiente y permisivo con alguien a causa de las circunstancias que medien, es no impedir que haga lo que éste desee, es aceptar y admitir la diferencia o la diversidad.
Para que los niños establezcan buenas relaciones con sus semejantes, es necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeño.
Aprender a ser tolerante
La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los niños con sus iguales y con su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de sus amiguitos, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros durante un juego, en alguna actividad o en un aula. La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración en un grupo o equipo.
El niño no nace tolerante. Su conducta natural es que todo sea para sí, y que todos estén de acuerdo con él, por lo que es indispensable que el proceso de aprendizaje acerca de la tolerancia empiece desde bien temprano.
El niño puede aprender a ser tolerante
- Cuando sus padres también lo sean
- A través de cuentos e historias
- Por las actividades que desarrolla
- A través de los juegos
- En la convivencia con los demás niños
- Aprendiendo a respetar las diferencias
- Conociendo diferentes culturas
- A través de los viajes en familia
- Conociendo los beneficios de la conciliación, de la paz
-compartiendo sin pelear
- Aprendiendo a no burlarse de los demás
Respeto al bien común
Los niños aprenden a ser respetuosos con el bien común
La enseñanza del respeto por el bien comun comprenderá desde el respeto a las cosas que en la escuela o en casa son bienes comunes hasta los que corresponden a los bienes sociales, como lo son: parques, bibliotecas, teatros, monumentos, museos, cines, etc.
Los niños deben aprender a no romper ni arrancar plantas del jardín, ni los juguetes del parque, a no estropear el césped, ni a pintar las paredes. Los hijos pequeños deben aprender también a cuidar los librosde la biblioteca, a no tocar los cuadros, esculturas, u otros objetos de un museo, y no molestar a los animales en el zoo.
El niño puede aprender a ser respetuoso con el bien común
Con ejemplos
A través de cuentos
Observando las señales de prohibición que hay en los sitios públicos
Acudiendo, siempre, a las bibliotecas, museos.
Acudiendo a parques y calles limpias - Participando de talleres sobre el reciclaje
Reciclando la basura de su casa
Estando en contacto con la naturaleza
Conociendo el valor de los ríos, del aire, de la naturaleza
Conociendo los beneficios que nos brinda la naturaleza
Aprender a tener respeto al bien común
La naturaleza es un bien común que debemos aprender a respetar desde niños cuidando el medio ambiente y aprendiendo a reciclar los distintos materiales para no malgastar los recursos naturales del planeta. Pero nuestra convivencia en sociedad también nos lleva a cuidar de las calles de nuestras ciudades y del mobiliario urbano. Las plazas, lagos y fuentes son bienes comunes y como tales deben ser respetados. Los niños deben saber que no es correcto que se tire basura ni restos al suelo, que no nos debemos bañar en las fuentes, ni hacer ruido en los museos, ni romper asientos de los teatros o cines.
. La generosidad
Los niños deben aprender a ser generosos poco a poco
La generosidad es la actitud de una persona para ser útil e dadivosa a otra persona. La persona generosa es noble, desprendida y sabe compartir... Cuando los niños son pequeños, todo es suyo y de nadie más. Todo solo les pertenece a ellos. A los niños les cuesta compartir y entender que no todo es suyo. Educar a los niños a que comprendan el valor de la generosidad es una tarea de los padres y educadores. ¿Cómo enseñarles a compartir?
Los niños aprenden a ser generosos
Cuando los niños empiezan a relacionarse con otros iguales, sea un amigo o un hermano, es natural que desarrolle un sentimiento de propiedad sobre sus cosas,juguetes. No podemos decir con eso que ellos sean egoístas. Es una reacción natural como el sentir celos. Que algo sea suyo les da seguridad y por ello no lo quieren compartir.
Para conseguir que los niños sean generosos, es necesario educarles en este valor poco a poco. Si los padres aprueban sus pequeños esfuerzos, les estarán motivando a seguir con estos actos generosos.
El niño aprender a ser generoso:
- Cuando nota que sus padres comparten y son generosos. De nada les sirve que sus padres les repitan “tienes que compartir, tienes que compartir...”, una y otra vez. El ejemplo es la mejor forma de enseñar. Los niños necesitan ver que sus padres ayudan a otros padres y les hacen favores.
- Cuando es animado a ser correcto y dadivoso con los demás. Por ejemplo, cuando se compra una chocolatina, es importante que los padres la dividan entre todos de la familia. “Un trocito para papá, para mamá, para ti, para la abuela...”.
- Cuando aprende a diferenciar que hay cosas que son de todos, como la televicion, la comida, las sillas... y que las suyas son suyas, como la cama, la ropa… y que tienen el derecho sobre ellas. Son suyas y deben aprender a compartirlas.
- Cuando juega con sus padres y amigos. A través del juego los niños aprenden a ceder, a esperar la vez, a ponerse en el lugar del otro.
- Escuchando cuentos que hablan del tema. Hay cuentos e historias que hablan de generosidad y no estaría nada mal contarles.
- Si se sienten comprendidos. Es necesario “escuchar" los sentimientos de los niños. Si a ellos les cuesta compartir, dile que les entiende, que es difícil pero que compartir es bueno. Los niños deben aprender a intercambiar, pero no por obligación o imposición"
- Regalando sonrisas y cariño. No solo el compartir cosas le hace feliz al otro. Una demostración de afecto y de cariño también tiene sus beneficios.
- Viviendo en un ambiente de participación y servicio a los demás.
- Identificando las necesidades de los demás. Por ejemplo, si el padre necesita escribir un mensaje pero no encuentra un lápiz o un bolígrafo para hacerlo, pedir al niño que le deje uno. Les hará sentirse útil.
- Los niños jamás deben sentirse criticados por no conseguir compartir. Los padres, así como los educadores, no deben recriminarles. Frases como "eres malo", "eres egoísta"... no les ayudará a ser generoso.
La solidaridad.
Cómo enseñar a ser solidarios a los niños
¿Qué es la solidaridad? ¿Cuándo se dice que una persona es solidaria? ¿Cómo se puede educar a los niños para que sean solidarios? La solidaridad es un valor que se puede definir como la toma de conciencia de las necesidades de los demás y el deseo de contribuir y de colaborar para su satisfacción. Se trata de un valor que hay que fomentar tanto en la familia como en la escuela, así como en otros ámbitos.
10 consejos para enseñar la solidaridad a los niños
Los niños no nacen solidarios, la solidaridad se enseña a los niños a través de muchas formas y en distintas situaciones del cotidiano. Sigue algunos consejos para enseñar a los niños a que sean solidarios:
1- La solidaridad debe ser enseñada y transmitida a los niños sobretodo a través del ejemplo. Los padres deben ejercitar la solidaridad entre ellos, con sus hijos, vecinos, amigos y otros familiares. Es el ejercicio que más fomenta la interiorización de los valores en los niños.
2- Es necesario que los padres enseñen a los niños a ponerse en el lugar del otro y eso puede empezar por ellos mismos. A partir de los 2 años de edad, los niños ya empiezan a tener más conciencia del otro, de conductas como el compartir, asistir, colaborar, ayudar, etc. Ese es un buen momento para empezar.
3- ser solidario debe ser una regla como las demás normas de educación.
4- Es muy importante la comunicación entre padres e hijos. La comunicación fomenta la confianza de los niños a las enseñanzas y a la transmisión de valores de sus padres.
5- Es recomendable que los padres hablen a sus hijos de lo que está bien y mal, como también de lo que al otro le gustaría y qué podría hacer ellos para colaborar, para ayudar o cooperar.
6- Una educación permisiva o autoritaria no es un canal ideal para la transmisión de valores. Para promover valores pro-sociales como la solidaridad, es necesario que el niño reciba una educacion democrática, en un entorno afectivo y comunicativo positivos, que el niño tenga libertad para expresarse.
7- Comentar con los hijos algunas situaciones o acontecimientos que refuerzan la labor solidaria de alguna persona y lo que ella ha conseguido. Así, estarán promoviendo este valor tan importante.
8- En la escuela, se debe trabajar la empatia en los ñiños es decir, el despertar de la preocupación por los demás. Que ayuden a los pequeños a llevar la mochila, que compartan material escolar a los que se haya olvidado y que se preocupen por algún compañero que esté enfermo…
9- La solidaridad es altruismo que se aprende y se afianza con la práctica y el ejercicio.
10- Se fomenta la solidaridad combatiendo gestos, actitudes y conductasegoistas, cómodas, intolerantes... en los niños.
La honestidad.
Cómo despertar una conducta honesta en los niños
¿Qué es la honestidad? ¿Cómo podemos enseñar a los niños a que sean honestos? La honestidad es uno de los valores más importantes en la formación de la personalidad y el carácter de los niños. Es la base de sus relaciones con los demás. Una persona honesta atrae la confianza y el respeto de los demás. ¿Qué podemos hacer para conseguir que nuestros hijos sean honestos con nosotros, con demás familiares y amigos?
10 consejos para educar la honestidad en los niños
Para ofrecer una educación en la honestidad a los niños, tanto los padres como los educadores tienen en manos una gran misión. Sigue algunos consejos para que el despertar de la honestidad en los niños sea una realidad:
1- La honestidad atrae honestidad. Así que lo primero que deben hacer los padres y educadores es predicar este valor con el ejemplo. Es hacer lo que se puede y no lo que no se puede, por ejemplo. Es hacer lo que se dice y no decir y prometer para luego no cumplir.
2- Para desarrollar la honestidad en un niño es necesario formar nociones, conocimientos,habilidades, sentimientos y emociones, vivencias y experiencias que lo lleven a ser honesto.
3- Lo primero, enseñar a los niños a que sean honestos consigo mismos. Llevarles a conocer sus limitaciones, sus virtudes y defectos, y su conducta.
4- Es importante hacer conocer a los niños que un comportamiento honesto genera buenos amigos y un reconocimiento moral positivo en los demás.
5- Ser honesto es esforzarse por hacer algo útil en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio.
6- Ser honesto es respetar a los demás, es no apropiarse de lo ajeno, es ser sincero en la relación con el otro, es no mentir y siempre decir la verdad, por más dura que sea.
7- En la escuela, los profesores pueden invitar a los niños a hacer dibujos a pintarlos y a colorearlos en que se destaque la ayuda a otras personas.
8- Los niños pueden interiorizar ejemplos de honestidad a través de la conversación, la observación y del juego con sus padres, hermanos y educadores.
9- Por cada conducta honesta que desarrollen los niños, habría que saber premiarlas a su tiempo. El premio puede reforzar esta conducta en los niños.
10- Hablar a los niños sobre las consecuencias de la deshonestidad. Una persona deshonesta puede sufrir de soledad, de ansiedad, de ser tachado de mentiroso, de no tener amigos ni la confianza de los demás.
La gratitud es uno de los valores más apreciados y respetados a la hora de educar a los niños. El aprender a dar las gracias o agradecer aporta bienestar y reconocimiento a los niños. Como todos los demás valores, se enseña a dar las gracias con el ejemplo, modelando para los niños nuestras propias acciones de agradecer. Padres agradecidos y considerados criarán a hijos agradecidos y considerados.
Consejos para enseñar a los niños a dar las gracias
Se puede enseñar y practicar la gratitud de distintas maneras y en diferentes momentos del día. A la hora de educar a tu hijo en la gratitud, es importante que consideres la edad que tenga él. Sigue algunos consejos:
1- Hay que tener en cuenta que los niños menores de 2 años no entienden cuál es el sentido de dar las gracias Pueden decir “gracias”, pero será más como una repetición de lo que le pidas de lo que realmente sienta él.
2- A partir de los 2 o 3 años, los niños ya tienen un concepto más amplio de la gratitud. Aprovechemos para enseñarles que el acto de agradecer es gratuito y que al agradecer no debemos esperar nada a cambio.
3- El ejemplo, tanto de los padres como de los educadores, es fundamental a la hora de inculcar este valor a los niños. El mejor profesor para enseñar gratitud a tus hijos eres tú.
4- Los niños deben aprender a dar las gracias no solo por lo material, sino también por algún gesto que hayan tenido con ellos. Gracias por tenderme la mano, por dejarme pasar, por llamarme, por haberme preparado el desayuno, la comida o la cena, etc.
5- Se debe enseñar a los niños a dar las gracias por las pequeñas cosas o acciones. También a que sean agradecidos consigo mismos, por pequeños esfuerzos como hacer la cama, hacer la mochila, hacer los deberes, etc. Aparte de eso, también podemos enseñarles a dar las gracias por la camita tan buena que tienen, por su familia,hermanos, por su colegio, profesor(a), amigos… Eso les enseñará a valorar todo lo que tienen.
6- En el colegio, es muy importante que los educadores reconozcan el esfuerzo de los niños, dándoles las gracias algunas veces.
7- Dar las gracias a las cosas positivas que les ocurre, incita a los niños a hacer siempre el bien. Debemos enseñar a un niño a ser agradecido no solo con palabras sino también con detalles, gestos, sonrisas, besos y abrazos…
8- A la hora de la cena, un buen ejercicio es charlar con los niños y preguntarles cuál ha sido el momento del día por lo que más le gustaría agradecer.
9- Otra idea es dar responsabilidades a los niños como recojer sus juguetes o ayudarte a poner la mesa, para que luego ellos se sientan valorados cuando les demos las gracias.
10- Otra sugerencia sería enseñar a los niños a elaborar tarjetas de agradecimiento en su fiesta de cumpleaños, por la presencia de cada amigo. Podría ser un dibujo o un simple mensaje de gracias.
La confianza. Educar en valores a los niño
la confianza
La confianza se manifiesta en los niños cuando se sienten respetados, comprendidos, alentados y acogidos en una situación de diálogo y respeto. La razón de la confianza reside en lo más íntimo de cada uno de nosotros y, por tanto, cada persona vive esa sensación de confianza según su personalidad
La confianza es un valor muy importante en la educación de los niños que debe alimentarse constantemente con amabilidad y coordialidad. Con tolerancia se afianza la superación de dificultades en la búsqueda de la confianza. Para educar en valores a los niños, esta alimentación es muy importante ya que la confianza es muy frágil y se pierde con dudas, olvidos, distanciamientos, traiciones e imprudencias.
Consejos para generar confianza en los niños
1. Fomentar la sinceridad. Enseñarles a ser sinceros y a decir la verdad, aunque duela.
2. Establecer un clima de convivencia con flexibilidad y tolerancia. La tranquilidad que genera en los niños vivir en un clima óptimo de convivencia estimula su confianza en los demás y también en sí mismo.
3. Desarrollar la espontáneidad. Ser espontáneos en pensamientos y sentimientos ayuda a crear un clima de confianza tanto en la familia como con los amigos.
4. Pactar normas de disciplina. Establecer límites ayuda al niño a saber cuál es el camino a tomar, lo cual aumenta su confianza en el todos los ámbitos de su desarrollo.
5. Inclucar respeto hacia los demás y hacia uno mismo. Respetarse y respetar son los valores que debemos inculcar a los niños asociados a la confianza.
6. Fomentar el diálogo. Crear un buen clima de dialogo es fundamental para hacer crecer la confianza en los demás.
Educar en la confianza a los niños
Para educar en la confianza a los niños, debemos ofrecerles oportunidades para fomentar y aumentar su confianza. En este sentido, debemos orientar al niño hacia otros valores que sumen puntos para aumentar la confianza como son la colaboración, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la honestidad y la empatia entre otros.
Además, para educar en la confianza hay que saber esperar, tolerar, olvidar, comprender y perdonar.
Compartir, un valor en alza para los niños
Aprender a compartir significa ponerse en lugar del otro
Se acercan las navidades, una época muy especial, sobre todo, para los niños. Hay vacaciones, llegan papa noel los reyes magos cargados de regalos, y pasamos mucho tiempo en familia. Aunque aprender a compartir es algo que debemos hacer durante todo el año, la Navidad puede ser un momento propicio para hacerlo.
A los niños, cuando son pequeños les cuesta mucho compartir, pasan por la etapa de “mío” y se enfadan mucho cuando otro niño, bien sea un amiguito, su hermano… coge su juguete, su pelota… Hasta los cuatro años , los niños no desarrollan la teoría de la mente, es decir, no son capaces de ponerse en el lugar del otro, por eso, no nos vale decirle, “tienes que compartir porque a ti también te gusta que te dejen los juguetes”. Evolutivamente hablando, todavía no son capaces de ponerse en el lugar del otro.
¿Qué hacemos para enseñar a compartir a los niños?
1. Cuando los niños son pequeños, basta que les digamos que tenemos una norma en la familia, “compartir”, que además coincidirá con la que tengan la escuela infantil o en el colegio. Las explicaciones a esta edad tienen que ser sencillas, “hay que compartir”, y cuando no lo hacen, basta con retirar la atención al niño. Se la daremos al niño o al hermano que sí está compartiendo. De nada nos sirven las grandes charlas o los discursos que todavía no comprende, y con lo que además consigue atención.
2. Cuando el niño ya es más mayor, a partir de los 5 años, ya podemos entrar en explicaciones más complejas. A esta edad, empiezan a ser capaces de ponerse en el lugar del otro, y pueden llegar a entender que tienen que dejar sus cosas porque a ellos también les gusta que los demás compartan con ellos.
La Navidad es la fecha para compartir con los niños
Fomentar el valor de compartir es algo que tenemos que hacer todos los días del año, no sólo en Navidad. No obstante, podemos aprovechar estas fechas para hacer algo más especial, como por ejemplo, entregar nuestra ayuda y nuestras cosas a los que más lo necesitan. Muchas veces, en los propios ayuntamientos, en los barrios o en las parroquias se organizan actividades para los niños que implican compartir, no sólo los juguetes, sino también el tiempo. Así podemos ir a cantar villancicos a residencias de ancianos, jugar con otros niños, compartir el tiempo, los juguetes y el material escolar con los demás, como parte de un aprendizaje que debemos fomentar en los niños durante todo el año.
Lo que no debemos hacer es castigar al niño por no compartir, o decirle que es egoísta o entrar a regañarle. Es mejor decirle que cuando no comparte, entonces nosotros no queremos jugar con él, y que cuando comparte sí. Es importante que entendamos que el niño no es “egoísta”, sino que tiene que aprender a compartir, porque cuando son pequeños les cuesta más, y en ocasiones no entienden que ellos prestan algo y que les pueden dar algo a cambio, y que luego se lo van a devolver.
Compartir es mucho más que el hecho material de prestar algo, abarca también otros valores como la entrega, la dedicación y el tiempo. Para aprender a compartir el tiempo, en ocasiones, son muy útiles los juegos de turnos en los que el niño tiene que esperar a que le toque a él, mientras la atención la tiene otro niño.
La cooperación o colaboración.
Cómo conseguir que los niños cooperen o colaboren con los demás
¿Qué es la cooperación? ¿Cómo se puede explicar a un niño qué significa colaborar? La cooperación ocolaboración es la tarea de ayudar y servir, de una manera desinteresada, a los demás. Para que los niños sean personas colaboradoras y cooperantes, es necesario que desarrollemos en ellos un espíritu generoso y solidario y altruista. Sigue algunos consejos de cómo lograr que los niños colaboren.
Cómo conseguir que los niños colaboren
Existen algunas ideas que pueden ayudar a los padres y educadores para conseguir que los niños colaboren:
1- Considerando la edad y las capacidades de un niño, es importante que cada pequeño coopere y colabore en las tareas del hogar. Los niños puede ordenar los juguetes, hacer la cama, poner y retirar la mesa, etc.
2- En el colegio, los niños también pueden practicar la colaboración. Pueden ayudar a los compañeros que tengan alguna dificulta para aprender , ayudar a su profesor a repartir material o a dar algún recado, etc.
3- Colaborar es responsabilidad de todos y también de los padres y educadores hacia los niños. Se enseña a colaborar, colaborando con ellos en sus tareas, en su día a día, en el aprendizaje de un juego, en ayudarles a vestirse , a comer, etc.
4- Se puede lograr que los niños colaboren motivándoles por el deseo de servir de manera espontánea.
5- Los niños deben ser partícipes de las tareas tanto en casa como fuera de ella. Deben ser considerados a la hora de montar algún proyecto. Por ejemplo, en la preparación de una fiesta de cumpleaños, en la organización de la casa, etc.
6- La cooperación se enseña a los niños con el ejemplo. Si los niños ven actitudes colaboradoras de sus padres hacia los demás, se sentirán motivados a practicarlas e imitarlas.
7- Es importante que los niños sepan qué esperamos de ellos, siempre, y que reconozcamos la buena actitud que tengan.
8- Hacer un favor a otra persona es también una forma de cooperar o colaborar
9- Se debe enseñar a los niños a estar atentos y pendientes, observando si alguien necesita de ayuda. Así se estará alimentando el espíritu altruista y de servicio en los niños.
10- Actividades como el deporte y las manualidades, pueden favorecer a que los niños colaboren y cooperen.
La coherencia.
Consejos para enseñar el valor de la coherencia a los niños
La coherencia es un valor que se transmite con el ejemplo. Los padres deben ser coherentes con lo que dicen y hacen. Si existen contradicciones entre sus palabras y sus hechos, estarán creando confusión y dificultades en el seno de su familia. En la educación de los niños, el valor de la coherencia se entiende como una característica de la autenticidad en la vida. La coherencia es lo que da sentido a la fidelidad, a la honestidad, , a la sinceridad y a otros tantos valores que van relacionados.
Consejos para ayudar a los niños a ser coherentes
Una máxima que los niños deben entender para ser coherentes es que no se puede hacer lo contrario de lo que se piensa o se dice. Ser coherente consiste en actuar siguiendo una serie de principios en los que se basan nuestros valores La división, la falsedad, la ruptura entre lo que se piensa, se dice y se hace muestran que falta unidad en la forma de vida. Todos debemos realizar un esfuerzo diario por conseguir la unidad en la vida, lo que a su vez nos lleva a ser cada vez más coherentes. La unidad en la vida de una persona comprende tanto a sus pensamientos como a sus obras, y no endiende de fisuras entre ambas.
Para que la coherencia forme parte de la vida de los niños y de su personalidad en un futuro, debemos convertir este reto en un desafío. Entre los consejos para enseñar a los niños a ser coherentes destacamos:
1. Proporcionar al niño experiencias vitales que lo pongan en contacto con dimensiones éticas, espirituales, religiosas o estéticas trascendentes de la vida. Esto se puede hacer mediante lecturas, o bien por medio del contacto con adultos que las cultivan y expresan.
2. Dar respuestas veraces. Responder de manera oportuna las preguntas que formulan los niños respecto a hechos vitales como el nacimiento, la vejez o la muerte
3. Dar importancia a los valores. Hacer presente el valor de la vida y la dignidad del ser humano.
4. Cuidar mucho dar buen ejemplo. La coherencia en la propia actuación es muy importante, pues los niños tienden a valorarlas como buenas cuando las ven en adultos con los cuales tiene compromiso afectivo.
5. Crear un ambiente de confianza en la familia y no de temor.
6. Cultivar el sentido de justicia y de responsabilidad y dejar que los niños formen sus criterios. Responder a las preguntas de los niños con argumentos racionales y no sólo afectivos. Ofrecer experiencias dentro de la dinámica de la vida familiar donde se expresen los valores de la justicia, la solidaridad, la verdad y la honestidad.
7. Razonar con los niños la validez de las normas que les damos y aprovechar su sensibilidad por los grandes principios morales para ir formando su conciencia.
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