lunes, 26 de mayo de 2014

Las contracciones


Las contracciones duelen ?

Las contracciones son la forma en que tu cuerpo se prepara para expulsar a tu bebé. durante una contracción  tu músculo uterino se tensa y luego se relaja. De esta forma, se crea presión en la parte superior de tu útero para empujar al bebé hacia el canal cervical. Como consecuencia de la presión tu cérvix (cuello uterino) se adelgaza.

Algunas mujeres describen las contracciones como calambres o dolores de ovarios, similares a los de la menstruación, pero mucho más intensos. Las contracciones también pueden sentirse como un dolor agudo en la baja espalda. Por lo general, son una combinación de ambas sensaciones, empezando por la espalda y hacia el frente de tu útero.


Estas son las características más comunes de las contracciones durante la fase activa de la labor de parto:

Toda tu panza se endurece. Sientes esta rigidez en todo tu abdomen, por lo que se te dificulta el movimiento en tu tronco y cintura. Notas la diferencia al tocarla también, algo así como la sensación de tocar un músculo relajado y uno tenso. Familiarízate de antemano con tu panza, para que puedas distinguir cuándo se trata de una contracción y cuándo es el movimiento de tu bebé.

Las contracciones siguen un patrón. Se dan de manera regular a intervalos constantes de tiempo. Conforme avanza tu labor de parto su frecuencia aumenta, al igual que su intensidad y duración.

Sientes presión en la parte inferior del útero. No solo está tu útero contrayéndose, sino que al mismo tiempo tu bebé se está empujando hacia el canal de nacimiento. Esta actividad se intensifica durante las contracciones.

El dolor es tenaz. A diferencia de las contracciones de Braxton Hicks, durante la fase activa del parto el dolor no disminuye al cambiar de posición o con la actividad física.

Dilatación. Las contracciones de parto van acompañadas de dilatación. Generalmente se considera fase activa de parto cuando pasas de tres o cuatro centímetros a diez de dilatación, cuando estás lista para dar a luz. Tu médico comprueba tu dilatación por medio de un examen cervical.

¿Qué hacer si sientes contracciones?

Lo primero que debes hacer si sospechas que tus contracciones son de labor de parto es conseguir un cronómetro o reloj. Esto te permite medir el tiempo entre contracciones, así como su duración.

Para calcular acertadamente el lapso entre contracciones debes contar desde el principio de una contracción, hasta que inicie la siguiente. La duración de una contracción va desde que esta empieza, hasta que termina.

Cuando llames a tu médico, infórmale cada cuánto tienes contracciones y cuánto duran. El momento en que debes ir al hospital depende de él, así que asegúrate de conversarlo con anticipación. Por lo general se recomienda acudir al centro médico si tienes contracciones cada siete minutos.

Si además de contracciones se te revienta la fuente o tienes sangrado pesado, dirígete de inmediato al hospital.

Recuerda que es mejor prevenir que lamentar. Si tienes dudas, es mejor llamar a tu médico. Los especialistas obstetras están acostumbrados a recibir llamadas a deshoras y contestar las preguntas de futuras madres nerviosas.


Hay contracciones inofensivas...

Un útero en gestación está siempre en actividad. Es decir, se contrae a lo largo de todo el embarazo. Así pues, podemos señalar dos tipos de contracciones. Hay unas generalmente inofensivas que se producen a lo largo de toda la gestación y hay otras que determinan el fin del embarazo y el comienzo del parto. Veamos sus características.

El bebé se mueve constantemente en el útero y genera leves contracciones en puntos muy precisos del útero. La madre las siente casi siempre después de movimientos muy concretos del bebé y cesan cuando éste se relaja. Hay otras contracciones, de estas que llamamos inofensivas, producidas por problemas de congestión abdominal, gases, vejiga llena, o cuando se cambia de posición al levantarse de la cama, que suelen iniciarse en un punto concreto y luego se extienden a todo el útero. A partir del sexto mes de embarazo el útero empieza a prepararse para los esfuerzos que debe realizar en el momento del parto.

Es como una especie de entrenamiento para ese momento en el que debe estar a pleno rendimiento durante un periodo de tiempo amplio. Por eso, sin causa directa que lo justifique, se producen contracciones que afectan a todo el útero y que se van extendiendo desde el fondo de útero hasta la zona vaginal.

Tienen una duración de medio minuto como máximo y no son especialmente dolorosas, aunque la madre las siente perfectamente. Técnicamente se las conoce como contracciones de Brazton Hicks y son un referente de que el útero está funcionando bien y que se auto preparación  para el momento del parto.

.Y contracciones importantes, las del parto
Las verdaderas contracciones, las que determinan el proceso del parto, son bien diferentes a estas que hemos comentado. Su característica esencial es que son regulares y rítmicas. Y duelen.

Su presencia es paulatina en el tiempo y la intensidad. Primero se muestran aproximadamente cada 15 minutos con dolor moderado y aumentan su cadencia hasta presentarse de forma muy regular cada dos o tres minutos con una duración en torno al minuto y medio, con dolor fuerte.

Desde luego, no pasan desapercibidas. Si hay contracciones regulares, estamos ante un proceso de parto inminente y los acontecimientos seguirán su curso natural si nos encontramos en fechas próximas al final de la gestación.

Pero puede que aún quede tiempo para el final normal de la gestación y si se presentan estas contracciones con cadencia regular, hay que acudir a un centro médico, pues sea el mes que sea, hay riesgo evidente de parto.


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