lunes, 26 de mayo de 2014

el baño del bebe


Un masaje para el bebé durante el baño

No hay nada más relajante y estimulante para nuestro bebé que sentir la sensación de un masaje en el agua. Con las manos de mamá o de papá, el pequeño se sentirá protegido, seguro y tranquilo, y estará preparado para dormir toda la noche.

Los masajes son muy beneficiosos para los bebés. Te explicamos, paso a paso, la mejor manera de realizarlos.

Uno de los mejores momentos para realizar un masaje al bebé es despues del baño, aunque también se puede hacer al vestirlo, al ponerle el pijama, al cambiarle el pañal o durante las tomas. Sin embargo, a la hora de hacer un masaje a tu pequeño, también debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Es muy recomendable utilizar un aceite especifico para niños, que permite que el masaje sea "más fluido".

• Hay que empezar por los deditos del pequeño: del pulgar al meñique y del meñique hacia el pulgar. Lo importante es que se empiece por la punta de los dedos y que se vaya ascendiendo poco a poco: primera falange, segunda falange, etc., hasta llegar al dorso de la mano. Lo importante es que con el masaje se hagan movimientos de apertura, porque el niño tiende a mantener las manos cerradas.

• Cuando se haya favorecido la extensión de los dedos y la apertura de la mano, se prosigue lentamente hacia el antebrazo, el brazo, el cuello... Esto debe hacerse para los dos brazos y después para los pies.

• Por lo que se refiere a los pies, hay que partir de los dedos, dejando para lo último la planta del pie. Después, hay que pasar a las piernas.

• El masaje siempre debe realizarse del exterior hacia el interior, de la periferia hacia el corazón, con el fin de favorecer la circulación sanguínea.




Juegos para el baño del bebé

El juego es importante para el desarrollo y el aprendizaje de los bebés. Es un gran alimento para sus habilidades y un gran estímulo para su comunicación. El baño es una buena ocasión para jugar con ellos. Aquí tenéis algunas ideas para jugar con el bebé en la bañera. Ojo a la seguridad del bebé.

Jugar con la ducha durante el baño

Si se dispone de una ducha, el bebé pronto aprenderá a manejarla, a regarse él mismo la carita, la cabeza y su pelo, como también a probarse el agua. Le proporcionará mucho placer y diversión. Un estímulo a su tacto y paladar.





En cuanto salga el primer diente del bebé, se puede empezar a incluir el cepillado en el momento del baño. Se aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes infantil en un cepillo de dientes blando para bebés y masajea con él sus encías y dientes. Será estimulante para él.





El bebé pasará un rato muy divertido e intrigante con los juegos que hacen chorros de agua. Se llena el juguete de agua y cuando el pequeño lo apriete, verá que sale el agua en chorros. A partir de ahí, lo querrá repetir una y otra vez.









El bebé disfrutará un montón con simples juegos de movimiento del agua. Al hacerle levantar y bajar las manos y chapotear o salpicar el agua, les causará un efecto muy estimulante. El bebé podrá chapotear el agua con las manos o con algún juguete.









La espuma del baño puede despertar sensaciones novedosas en el bebé y estimular todos sus sentidos, tanto táctiles, olfativos, visuales... Jugar con la espuma aportará experiencias divertidas y alegres al bebé.

Los recién nacidos tienen una piel muy sensible, de un 40 a un 60 por ciento más delgada que la de los adultos. Por ese motivo debes protegerla y cuidarla de forma especial. Te decimos cómo.

La piel del bebe es muy tersa, delgada, permeable y frágil. Es normal que presente enrojecimiento con cierta erupción cutánea  grietas o escamas en algunas zonas debido a la rozadura del pañal, la ropa u otros agentes externos.
Los cuidados generales que debes tener con la piel de tu pequeño son los siguientes:

EL SOL. Evita la exposición directa del recién nacido al sol y utilizar siempre protectores solares especiales para bebé, que debes aplicar al menos 30 minutos antes de la exposición.

LA TEMPERATURA. Intenta que se encuentre siempre a una temperatura moderada. Evita los cambios bruscos de clima y no lo abrigues excesivamente, ya que pueden salirle salpullidos.

EL BAÑO.baña al bebe diariamente con agua templada, entre 10 y 15 minutos. Utiliza un jabón específico para recién nacidos, con la menor cantidad de perfumes y colorantes. Te aconsejamos que lo limpies con la mano, sin utilizar esponjas. Al finalizar el baño, aplícale una crema hidratante, también específica para bebés.

LAS UÑAS. Mantenle cortas las ñas para que no se rasque o lastime.

EL PERFUME. Intenta no aplicarle colonia directamente en la piel, ya que puede provocarle reacciones alérgicas. Es mejor rociar la ropa con unas gotas de perfume, pero éste debe tener un nulo contenido en alcohol.

EL CAMBIO DE PAÑAL. Al limpiar la zona del pañal, utiliza agua y jabón. También puedes emplear productos específicos para recién nacidos, pero evita el talco y los aceites minerales.

LA ROPA. Es preferible que la ropa del pequeño sea de algodón o de hilo, los tejidos más respetuosos con su delicada piel. Al lavarle las prendas, emplea siempre detergentes especiales para bebés.

Si observas alguna alteración en su piel, no dudes en consultar al dermatólogo o acudir a tu pediatra. Muchas enfermedades de la piel se inician a esta edad, pero pueden mejorar con un tratamiento adecuado y oportuno.








Un espacio para la acción. En la bañera se puede salpicar, cantar, pasar las páginas de esos libros de baño tan coloridos o jugar con el jabón a hacer pompas. Aunque existe un tiempo límite, no se pueden pasar horas y horas, lo mejor es que el baño no se restrinja exclusivamente a la higiene.


El baño proporciona la higiene necesaria al pequeño, pero también es un momento muy placentero para el bebé y la mamá. Veamos, paso a paso, cómo llevar a cabo este “ritual”.



​El baño del bebé representa un momento de gran importancia para el niño. Más allá del aspecto higiénico, es una ocasión de intimidad,juego y dialogo con los padres Por ello, si al pequeño le gusta, se aconseja hacerlo todos los días. ¿Cómo debes bañar al niño para que este "ritual" sea todo un éxito?

Cómo sumergirlo
Cuando vayamos a sumergir al niño en la bañera, apoyemos su cabeza en el hueco de nuestro brazo, sosteniendo a un mismo tiempo la parte exterior de su hombro con la mano. Pasemos el otro brazo por debajo de sus nalgas y sujetémosle por un muslo. Sumerjamos al pequeño en el agua, empezando por los pies.

Primero, la cabeza
El momento de lavar la cabeza del bebé Es algo que los niños no suelen agradecer mucho. Para hacerlo sin problemas, mantengamos al pequeño en posición horizontal, apoyando la cabeza en el hueco de nuestro brazo. Después, enjabonémosle la cabeza con mucha delicadeza.

La espalda y el resto del cuerpo
Lavémosle el resto del cuerpo con una esponja natural. Limpiémosle con mucho cuidado todos los “plieguecitos” de su cuerpo. Es muy importante que no realicemos en el agua movimientos bruscos con el niño, que podría asustarse y ponerse a llorrar

Para lavarle la espalda, cojamos al niño por la parte exterior de su hombro, pasando nuestro brazo por delante de su pecho. El niño se sentirá protegido.

Cómo secarle
Finalmente, saquemos al pequeño de la bañera con mucho cuidado. Después, tendamos al niño sobre el cambiador y envolvámosle en una toalla, que también utilizaremos para secar el interior de los pliegues de su piel.
Productos para el baño del bebé
El baño, además de proporcionar la higiene necesaria al bebé, es un momento de placer, tanto para el bebé como para la mamá. Qué productos necesitas para este "ritual" diario.


Cada parte del cuerpo del bebé requiere un cuidado específico a la hora del baño. Descubre cómo lavarle adecuadamente.



​​​Cuando el baño del bebe ya está a punto, con el agua entre templada y caliente, puedes empezar el aseo de tu pequeño. Cada parte de su cuerpo requiere de unos cuidados determinados.

La cara
Para lavar su carita puedes utilizar una toalla suave de algodón con la que limpiarle la boca, la nariz y las mejillas. Presta especial atención a la parte posterior de las orejas y a los pliegues del cuello. Mientras le sujetas la cabecita, lávale cada ojo con suavidad utilizando una gasa empapada en agua o suero fisiológico.

El pelo
Envuelve a tu pequeño en una toalla para que mantenga el calor y coloca tu brazo bajo su espalda y la mano en la base de su cuello, sosteniéndole la cabeza. Con la mano que te queda libre puedes mojarle el pelo y aplicarle una pequeña cantidad de champú especialmente formulada para niños, que no irrite los ojos. Masajéale suavemente la cabeza mientras eliminas los restos de champú, aclarando con agua.

El cuerpo
Para lavar el cuerpo del bebé debes utilizar un jabón líquido suave especial para niños. Puedes empezar a lavar su cuerpo por el cuello, siguiendo con los brazos, las manitas, la cintura y terminando por las piernas y los pies.
Aclara y seca con pasiencia los pliegues de la piel para evitar que el exceso de humedad le provoque irritaciones cutáneas. Al tener una piel tan fina y delicada, es recomendable aplicarle por todo el cuerpo una loción hidratante específica una vez finalice el baño

La zona del pañal
Se trata de una zona especialmente sensible. Por esa razón, hay que cambiar los pañales con frecuencia y lavar el área del pañal usando agua templada y jabón líquido suave. También puedes utilizar toallitas con loción limpiadora especiales y crema hidratante para evitar las rozaduras provocadas por el pañal.

El cordón umbilical. Hay varias formas de tratar la zona del cordón umbilical. Una de las más recomendadas por enfermeras, matronas y pediatras consiste en limpiar el cordón con una gasa estéril empapada en una solución antiséptica o con agua y jabón.
​El baño del bebe es un momento del día único, especial y muy agradable para el bebé y para la mamá. Durante el momento del baño, el pequeño se reencuentra con el medio líquido, en el que transcurrió su vida intrauterina, no mucho tiempo atrás. Pero el baño no sólo evoca en el niño sensaciones pasadas, sino que también le permite vivir nuevas experiencias sensoriales, como el fresco olor de los productos pensados para la higiene infantil Así, el hábito de la higiene diaria del bebé se transforma en un instante de sensaciones olfativas y táctiles, que resultan muy beneficiosas para estimular o relajar al pequeño, en función del momento del día en que se realice el baño.

El baño del bebé es más que higiene: también es una magnífica ocasión para mimar al pequeño y permitirle disfrutar del agua. Una guía sobre cuándo, cómo y con qué productos asear al bebé.


El baño del bebe representa una buena costumbre diaria que, no obstante, es necesario afrontar con las debidas precauciones.
Se puede empezar a bañar al pequeño a partir del momento en que el ombligo cicatrizado por completo, después de la caída del muñón umbilical (que se suele producir durante los primeros 15 días).

Báñalo antes de cenar, es ideal

- Para el baño no existe una hora fija. Sin embargo, la experiencia aconseja realizarlo antes de la toma de la noche, alrededor de las ocho, porque el baño ayuda al pequeño a relajarse y, por tanto, a conciliar más fácilmente el conciliar el sueño mas fácilmente 
- Cuando llega el momento adecuado, es preciso tener a mano todo lo necesario: una toalla, una esponja o una manopla, y productos limpiadores muy delicados, especialmente estudiados para la piel del recién nacido.

Comprueba la temperatura del agua

- La temperatura del agua se debe situar alrededor de los 37-38 grados. Te puedes servir de un termómetro, pero con la experiencia conseguirás comprobar la temperatura simplemente sumergiendo el codo en el agua.

- El bebé debe introducirse en la bañera mediante movimientos seguros, sumergiéndole en el agua de forma gradual. Hay que sujetar al pequeño firmemente; la espalda y la cabeza se deben apoyar en el antebrazo izquierdo de la madre, que al mismo tiempo le sujetará el brazo y el hombro con la mano. Así, se le podrá lavar fácilmente.

Los productos ideales para bañar al bebé

- Es preciso escoger productos limpiadores específicos para niños, que tengan un pH de 5,5, aproximadamente. También están indicados los denominados "limpiadores sin jabón", que son ricos en cera y almidones.

- Si el bebé parece predispuesto a padecer reacciones alérgicas, es mejor dar preferencia a los aceites de baño que, al margen de desarrollar una acción calmante e hidratante, refinan el agua que es muy calcárea.

- Para lavar el cuerpo del pequeño, utilizaremos una esponja natural. Para la cara, podemos servirnos de gasitas previamente humedecidas, o de toallitas humedecidas.

- Una o dos veces a la semana, se ha de lavar el cabello del bebé con un champú específico, preferiblemente de los que desarrollan una acción antiséptica, que tenga un pH de 5.5.

- Sobre todo durante el primer año, se deben evitar los champús que contienen sustancias que sean potencialmente irritantes.

a termino del baño se a de secar el bebe muy bien con la toalla. Antes de descubrirle para vestirle, es mejor esperar unos instantes para que tenga tiempo de aclimatarse al ambiente fuera del agua.

- Después de secarle, podemos aplicarle una crema hidratante o utilizar un poco de talco líquido, vertiendo primero una pequeña cantidad en la palma de la mano, para después masajearle suavemente la piel.
El toque final: la colonia

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